Benjamin Franklin, seudónimo Richard Saunders, falleció el 17 de abril de 1790 en Filadelfia. Fue un autor, inventor, científico y diplomático y uno de los principales Padres Fundadores que ayudó a redactar la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. Siendo uno de sus firmantes, representó a los Estados Unidos en Francia durante la Revolución Americana, y fue delegado de la Convención Constitucional.
Hizo importantes contribuciones a la ciencia y es recordado por su ingenio, su sabiduría y la elegancia de su escritura. Entre sus hallazgos destaca la idea de que las cargas positivas y negativas, o estados de electrificación de los cuerpos, tenían que ocurrir en cantidades exactamente iguales, un principio científico crucial conocido hoy como la ley de conservación de la carga.
Franklin nunca patentó ningún invento, pero sus ingenios podrían haberle hecho un hombre muy rico: se le atribuyen el pararrayos, las lentes bifocales, el humidificador para estufas y chimeneas, un aparato que luego sería empleado como cuentakilómetros y las aletas de nadador, entre otros.
Estuvo implicado en muchas actividades por el progreso de la cultura, la ciencia y la sociedad. Creó su propio alfabeto fonético en 1768; diseñó un instrumento musical utilizado por Mozart y Beethoven; y se convirtió en un exitoso escritor cuando era adolescente, enviado relatos al periódico semanal fundado por su hermano James, el New England Courant, en la década de 1720. Al final de su vida, dedicó sus esfuerzos a luchar por la abolición de la esclavitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario