Uno de los principales objetivos de Japón durante la Segunda Guerra Mundial fue eliminar a Estados Unidos como potencia del Pacífico para ganar territorio en el este de Asia y las islas del suroeste del Pacífico. Japón esperaba derrotar a la Flota del Pacífico de Estados Unidos y utilizar Midway como base para atacar Pearl Harbor, asegurando así el dominio en la región y luego forzando una paz negociada.
Sin embargo, en la mañana del 4 de junio de 1942, EE.UU. lograría invertir la marcha de la guerra y se alzaría con la victoria contra, la hasta entonces, invencible armada japonesa, poniendo fin a la etapa de expansión nipona en este océano. Fue una de las victorias más decisivas de Estados Unidos contra Japón durante la Segunda Guerra Mundial.
Meses antes, los japoneses habían conseguido alzarse con la gloria en tierras de todo el Pacífico, incluidas Malasia, Singapur, las Indias Orientales Holandesas, Filipinas y numerosos grupos de islas. Sin embargo, Estados Unidos era una amenaza creciente, por lo que el almirante japonés Isoroku Yamamoto trató de destruir la flota estadounidense del Pacífico antes de que fuera lo suficientemente grande como para superar a la suya.
Envió algunos aviones para atacar la base estadounidense en Midway, pero los japoneses fueron fatalmente dañados por los bombarderos USS Enterprise (CV-6) y USS Yorktown (CV-5). ) La batalla duró cuatro días por mar y aire y Estados Unidos, a pesar de ser superada en número, consiguió destruir cuatro portaaviones japoneses, mientras que los americanos solo perdieron uno, el Yorktown.
Así, a pesar de contar con bastantes menos efectivos, las fuerzas americanas y su exitosa inteligencia naval lograron que Japón abandonara sus planes para capturar Midway y se retiraran se hacia el oeste. El equipo de inteligencia estadounidense había conseguido descodificar los mensajes japoneses, de ahí que estuvieran lo suficientemente preparados para el supuesto “ataque sorpresa” de la armada nipona. La batalla fue una victoria decisiva para los EE. UU. pues al término de esta, los japoneses no solo habían perdido cuatro portaaviones, sino también un crucero, 292 aviones y unas 2.500 bajas humanas. Por contra, EE. UU. solo tuvo que lamentar la pérdida del Yorktwon, el destructor USS Harmann, 145 aviones y 300 bajas.
Japón acabaría rindiéndose tres años después, el 5 de agosto de 1945 y se firmó el 2 de septiembre de 1945