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lunes, 13 de abril de 2020

Sir Douglas Haig

(Sir Douglas Haig, primer Conde de Haig; Edimburgo, 1861 - Londres, 1928) Militar británico. Mariscal de campo y comandante en jefe de las fuerzas británicas en Francia durante la Primera Guerra Mundial, Haig llevó a cabo campañas ofensivas exitosas pero muy criticadas en su país por el alto número de bajas que costaron.

Douglas Haig
Miembro de una familia acaudalada, tras estudiar en Clifton y en la Universidad de Oxford ingresó en el Royal Military College de Sandhurst, de donde salió, en el año 1885, con el grado de teniente de húsares. En el año 1891, ya con el grado de capitán, Haig tomó parte bajo el mando del polémico general Horatio Kitchener en la reconquista de Sudán, país que se controló en el año 1898 tras una larga y prolongada guerra, distinguiéndose en las batallas de Atbara y Omdurman.
Entre los años 1899 y 1902, siendo mayor, Haig participó en la Guerra de los Boers, en el sur de África, destinado en el Estado Mayor del general French. Ascendido al grado de teniente coronel, cuando regresó a Inglaterra el rey Eduardo VII le nombró ayudante e inspector general de caballeros en la India, puesto en el que permaneció hasta 1906.
Nada más estallar la Primera Guerra Mundial, Inglaterra mandó al continente un pequeño ejército al mando del general French, compuesto de dos cuerpos de ejército: el 1º, dirigido por Haig, con el grado de teniente general, y el 11º, comandado por el general Smith Dorrien. Fue precisamente el regimiento de Haig el encargado de hacer frente al formidable empuje de la primera ofensiva alemana, siendo obligado a tomar la retirada para no perder más hombres y no ser cortada la línea, acción en la que Haig demostró tener una gran serenidad y aplomo dentro del caos provocado por el repliege acelerado de sus tropas, primero sobre el río Oire, después sobre al Aisne y, por último, sobre el Marne.
En la batalla del Marne, Haig desempeñó un papel crucial con sus tropas, franqueando en septiembre de 1914 el Gran Morin, el Aisne y el Marne, en cuyas alturas septentrionales permaneció hasta el 16 de octubre del mismo año, cuando fue destinado al frente de Flandes con el objetivo prioritario de defender el sector Poperinghe-Cassel. A pesar de la extremada dureza de los ataques alemanes, las tropas de Haig consiguieron conservar intacta la línea del frente.
A principios del año 1915, Haig participó en la ofensiva aliada sobre la región de Artois, para, a finales de ese mismo año, el 17 de diciembre, sustituir a Sir John French (primer conde de Ypres) como comandante en jefe de todas las fuerzas británicas en Francia, las cuales llegaron a alcanzar por esa fecha la cifra de 600.000 hombres. La campaña del año siguiente sobre el río Somme no pudo resultar más desastrosa para Haig, ya que perdió en la ofensiva más de 420.000 hombres, acción por la que fue puesto seriamente en duda en su país. Aun así, en el año 1917 Haig siguió al frente de las tropas británicas y fue elevado al cargo de mariscal de campo.
El año 1917 no comenzó mejor para Haig y sus hombres, ya que surgieron graves discrepancias sobre cómo proseguir la guerra entre el mando francés y el británico. Los franceses optaron por el mantenimiento de las líneas, mientras que Haig era partidario de desarrollar una ofensiva conjunta para romper las líneas enemigas y avanzar en dirección a Berlín. En vista de la pasividad gala, Haig decidió actuar por su cuenta y riesgo, lanzando un fuerte ataque en Flandes.
La tercera batalla de Ypres, desarrollada entre los meses de julio a noviembre del año 1917, se saldó con unas pérdidas similares a la desastrosa batalla del Somme del año pasado, aunque Haig esta vez sí logró su propósito de alcanzar las costas belgas, acción que permitió a los aliados preparar el asalto definitivo contra las fuerzas alemanas al año siguiente.
Gracias a la conferencia interaliada celebrada en Doullens (el 26 de marzo del año 1918) entre Lord Milner, el mariscal Philippe PétainRaymond PoincaréGeorges Clemenceau y el propio Haig, se pudo acordar una gran ofensiva aliada sincronizada, al mismo tiempo que el mando militar supremo de las fuerzas aliadas se puso bajo las órdenes del general francés Ferdinand Foch. Haig, además de no poner ninguna objeción a dicha decisión, colaboró estrechamente con Foch en los preparativos finales y en la realización de la ofensiva.
Las tropas británicas de Haig ganaron las batallas de Amiens (del 8 al 12 de agosto), de Bopanme (del 21 de agosto al 1 de septiembre) y, por último, la de Epeluy (del 12 al 18 de septiembre), hasta que alcanzaron la divisoria establecida por el enemigo, la Línea Hindenburg, la cual fue literalmente hecha añicos por la ofensiva desplegada por Haig. Con el camino expedito, Haig se hizo fácilmente con Cambrai, San Quintín, Brujas y Gante y recuperó Mons, alcanzando el Rin con sus tropas.
Una vez finalizada la contienda, Haig fue nombrado por el rey Jorge V conde de Haig, y se dedicó con especial empeño, hasta su muerte, a la creación de la Legión Británica y a recorrer gran parte del Imperio Británico recaudando fondos para los veteranos de guerra.

Joseph Joffre

(Rivesaltes, 1852 - París, 1931) Mariscal de Francia, héroe de la Primera Guerra Mundial, que fue llamado el vencedor del Marne y el salvador de Francia. Cursó estudios en el Colegio de Perpiñán y la Escuela Politécnica. Participó en la Guerra Franco-prusiana (1870-71) como subteniente e intervino en la defensa de París.

Joseph Joffre
Después de la guerra concluyó sus estudios en la Politécnica; en 1872 ascendió a teniente en 1872 y, cuatro años más tarde, a capitán. En su carrera como ingeniero militar en las colonias tuvo diversas actuaciones a destacar: la defensa de Pontarlier (1874), la ocupación de Formosa (1885) y Tombuctú y la campaña de Madagascar (1897). Profesor en la Escuela de Guerra, tuvo dos nuevos ascensos en su carrera militar, primero a general de brigada (1900) y después general de división (1905).
Fue designado jefe del Estado Mayor en 1911 y recibió el mando supremo de las fuerzas franco-británicas en el frente occidental al estallar la Primera Guerra Mundial. En la primera batalla del Marne (septiembre de 1914) compartió la victoria con el general Gallieni, gobernador militar de París. Su estrategia consistía en retirarse estratégicamente para contraatacar más tarde. Sin embargo, fracasó su intento de atravesar las líneas enemigas, y el contraataque alemán a punto estuvo de conquistar la ciudad fortificada de Verdún.
En diciembre de 1915 se le dio el mando de todas las tropas francesas, pero fue sustituido el 26 de diciembre de 1916 por el general Robert Nivelle y nombrado mariscal de Francia en 1917. Se le otorgaron diversas misiones diplomáticas en Japón y América. En 1920 escribió La préparation de la guerre et la conduite des opérations y en 1932 Mémoires, compuestas por dos volúmenes.

Philippe Pétain

(Henri Philippe Pétain; Cauchy-à-la-Tour, Francia, 1856 - isla de Yeu, id., 1951) Militar y político francés. Realizó sus estudios militares en la Academia de Saint Cyr, en la que se graduó en 1878 como oficial de Infantería. No destacó demasiado en su carrera al principio y estuvo dedicado, desde 1906, a impartir clases en la École de Guerre. A través de sus lecciones se mostró favorable a los despliegues tácticos defensivos y al desarrollo de las líneas fortificadas.

Philippe Pétain
Ascendido a coronel en 1912, poco después de estallar la Primera Guerra Mundial alcanzó el generalato. Al frente del II Ejército francés intervino en la victoria de Champaña, en septiembre de 1915, y al año siguiente en la defensa de Verdún. La forma en que dirigió las operaciones militares de esta larga batalla, que duró diez meses, le granjeó el respeto y la admiración de sus compatriotas.
Merced a ello, cuando meses más tarde el descontento y desánimo de las tropas desembocó en una serie de motines, fue designado comandante en jefe del ejército en sustitución de Robert Nivelle, que había fracasado en la ofensiva del Chemin des Dames. Aunque reprimió con dureza a los amotinados, mejoró las condiciones de vida de los soldados, reorganizó la institución y devolvió la confianza a las tropas.
Hasta el final de la guerra mantuvo este cargo, si bien desde abril de 1918 quedó a las órdenes del general Ferdinand Foch, cuando éste, que era su jefe de Estado Mayor, fue designado por los aliados generalísimo supremo de los ejércitos del frente occidental que detuvieron la última ofensiva alemana y protagonizaron la contraofensiva que llevó al armisticio. A finales de año, Pétain recibió el bastón de mariscal.
No volvió a entrar en acción hasta 1925, cuando fue enviado a Marruecos para combatir al rifeño Abd el-Krim, a quien sometió al año siguiente. En años sucesivos desempeñó los cargos de inspector general del Ejército, ministro de Guerra con el gobierno de Gaston Doumergue y, en 1939, embajador en la España de Francisco Franco.
Durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), tras la derrota sufrida en mayo de 1940 por el ejército francés frente al alemán, fue designado ministro de Estado y vicepresidente del consejo de ministros del gobierno de Paul Reynaud. Al dimitir éste se hizo cargo de la presidencia y le correspondió negociar el armisticio con los alemanes. Se reunió asimismo con Hitler en Montoire y acordó con él un régimen de mutua colaboración. Trasladó la capital a Vichy y la Asamblea le dio plenos poderes para gobernar la Francia no ocupada bajo el lema «Trabajo, familia, patria», que expresaba su intención de regenerar el país de su «decadencia moral»; bajo el impacto de aquella aparatosa derrota, contaba con el apoyo de la mayor parte de la población, convencida de que había salvado Francia de la destrucción total.
Sin embargo, los llamamientos de Charles De Gaulle a la resistencia primero y más tarde la ocupación alemana de todo el país lo dejaron en evidencia. Aceptó convertirse en policía de los invasores, adoptó una actitud pasiva frente a las deportaciones de judíos y apoyó la legión antisoviética gala que combatió con uniforme alemán en el frente ruso. Tras el desembarco aliado de Normandía y su posterior ofensiva, siguió al ejército germano en su retirada al otro lado del Rin.
Se refugió en Suiza y permaneció allí hasta que en 1945 se entregó a las autoridades francesas. Acusado de alta traición, fue juzgado y condenado a muerte. Sin embargo, el general De Gaulle, en consideración a su pasado como héroe de la Primera Guerra Mundial y a su avanzada edad, le conmutó la pena por la de cadena perpetua en reclusión en la isla de Yeu.

Erich Von Falkenhayn

(Burg Belchau, 1861 - Schlosshindstedt, 1922) Militar y político alemán. Destinado por su familia a la carrera militar, entró a servir en el ejército del II Reich, tras la reforma efectuada por el kaiser Guillermo II en 1889, con el grado de capitán de infantería.

Erich Von Falkenhayn
Precisamente sería el propio kaiser su principal mentor, pues, dentro de su política de deshacerse de los antiguos colaboradores de su padre (como ya había ocurrido con el canciller Bismarck, obligado a dimitir en 1890), Falkenhayn fue el militar elegido por Guillermo II para sustituir a otro de los veteranos del esplendor prusiano, el mariscal Helmut von Moltke, y se hizo cargo de sus funciones en el ejército desde 1895 hasta 1905 hasta que, finalmente, fue sustituido al frente del ministerio de Guerra en 1913, justo cuando Alemania comenzaba seriamente sus preparativos para el inminente conflicto bélico.
Al frente de su cartera ministerial, la carrera de incremento de armas por parte del ejército germano conoció un espectacular auge, lo que le valió, a modo de reconocimiento, que sustituyese una vez más al mariscal Moltke al frente de la jefatura del Estado Mayor del ejército en 1914, al inicio de la Primera Guerra Mundial. El primer paso de Falkenhayn fue la preparación de la ofensiva contra Rusia (1915), así como la invasión de Serbia (1916).
No obstante, a primeros de 1916 comenzaron las veladas acusaciones y los conflictos entre Falkenhayn y otros dos miembros del Estado Mayor, los generales Paul von Hindenburg y Erich Ludendorff. Las protestas de éstos se centraron en el traslado del frente, pretendido por Falkenhayn, del este al oeste. Los riesgos de la operación eran evidentes, factor que esgrimieron los generales opuestos a tal plan, pero Falkenhayn logró salirse con la suya apelando al golpe de efecto contra los aliados europeos de tener dos frentes abiertos.
El resultado fue la desastrosa derrota alemana en la batalla de Verdún (1916), al tener Falkenhayn que desviar tropas del frente para contrarrestar la ofensiva aliada en el Somme. Esta derrota bastó para que Falkenhayn fuese relevado del Estado Mayor, sustituido por von Hindenburg, y destinado al ejército que peleaba por establecer una cabeza de puente ente Rusia y Rumanía.
Desde este traslado, Falkenhayn inició la que sería una serie de destinos degradantes para quien había llegado a ocupar el mayor puesto en el organigrama del ejército alemán, y su caída en desgracia prácticamente se puede asociar al inicio del fin para los intereses bélicos alemanes. Tras Rumania (1916), fue destinado al frente de Palestina (1917) y, posteriormente, a la comandancia germana de Lituania (1918-1919). Tras el armisticio de 1919, ya no regresaría nunca a Alemania; vivió sus últimos años vagando por los países bálticos hasta su muerte.

Erich Ludendorff

Militar y político alemán (Kruszewnia, Posnania, Prusia, 1865 - Múnich, 1937). Sus brillantes cualidades militares le hicieron destacar desde el comienzo de la Primera Guerra Mundial (1914-18), cuando tomó la ciudad belga de Lieja mediante un audaz golpe de mano. Paul von Hindenburg le nombró entonces jefe de Estado Mayor (1914) y juntos formaron un equipo inseparable hasta el final de la contienda.

Erich Ludendorff
Primero dirigieron las operaciones alemanas en el frente del este, donde obtuvieron la victoria de Tannenberg sobre el ejército ruso. Y, desde que los partidarios de concentrar el ataque en el frente occidental quedaron desautorizados por el fracaso de Verdún (1916), Hindenburg y Ludendorf quedaron dueños del poder militar en Alemania. De hecho, ese poder se extendió al terreno político en una especie de dictadura de los dos generales: para tener las manos libres forzaron el cese de Theobald von Bethmann-Hollweg y su substitución por cancilleres de menor personalidad; hicieron caso omiso de las resoluciones del Parlamento pidiendo la paz; lanzaron la guerra submarina, que acabó provocando la intervención de los Estados Unidos contra Alemania (1917); y movilizaron las fuerzas de la nación para una verdadera «guerra total».
Cuando, derrotada Alemania, el gobierno de Max de Baden decidió pedir la paz, Ludendorff se quedó solo defendiendo la continuación de la resistencia. Su destitución por el emperador en el mes de octubre dio paso al estallido de la revolución de noviembre, que en gran parte fue una reacción de la izquierda contra la dictadura reaccionaria del tándem Hindenburg-Ludendorff. Este último huyó disfrazado a Suecia, regresando a Baviera en 1919.
Durante la República de Weimar (1919-33), participó en diversos movimientos ultraderechistas contra el régimen democrático: participó en el fracasado putsch de Hitler en Múnich (1922); fue derrotado como candidato nacionalsocialista a la Presidencia de la República (1925); y, tras dirigir el Partido Nacional Alemán de la Libertad, fundó con su esposa una secta nacionalista llamada Liga de Tannenberg (1926).

Paul von Hindenburg

(Poznan, 1847 - Neudeck, Prusia Oriental, 1934) Militar y político alemán, último presidente de la República de Weimar. Procedente de la casta aristocrática dominante de los Junker prusianos, siguió la carrera militar y combatió en la Guerra Franco-Prusiana, que condujo a la unificación de Alemania en 1871.

Paul von Hindenburg
Desde 1911 era un general retirado; pero el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-18) le puso al mando de un ejército en el frente oriental; los éxitos que logró allí contra los rusos (batalla de Tannenberg, 1914) le llevaron a ser nombrado jefe del Estado Mayor en 1916.
Con la colaboración de Erich Ludendorff, no sólo imprimió un curso más enérgico a la guerra, sino que asumió parcelas crecientes del poder político, estableciendo virtualmente una dictadura militar sobre Alemania. El estancamiento del frente occidental y los reveses sufridos en aquel escenario militar a lo largo de 1918 le llevaron a reconocer la derrota, pedir el armisticio y recomendar al emperador Guillermo II que abdicara y dejara el país por el momento. Aún dirigió la repatriación del ejército alemán antes de retirarse de nuevo tras la firma del Tratado de Versalles (1919).
Convertido en un símbolo de la vieja Alemania monárquica, aceptó pasar a la política en 1925 encabezando con éxito la candidatura del bloque de derechas para la presidencia de la República. Si bien defraudó a sus partidarios más reaccionarios al aceptar la política de reconciliación de Gustav Stresemann (lo cual permitió su reelección frente a Hitler en 1932, apoyado por un bloque de centro-izquierda), pronto se mostró como el ultraconservador que era, frenando el proyecto de reforma agraria de su gobierno, negándose a ilegalizar la violencia nazi y, finalmente, nombrando a Hitler canciller (1933). Viejo y enfermo, asistió impotente al establecimiento de la dictadura nazi, que se completó tras su muerte.

Ferdinand Foch

(Tarbes, Altos Pirineos, 1851 - París, 1929) Militar francés. Tras estudiar con los jesuitas y en la Escuela Politécnica, siguió la carrera militar espoleado por la humillación nacional sufrida en la Guerra Franco-Prusiana (1870-71). Se convirtió en un brillante oficial de artillería y enseguida profesor de la Escuela de Guerra (1885), de la que fue comandante desde 1907; contribuyó a elaborar la doctrina militar que Francia seguiría en la Primera Guerra Mundial (1914-18), expresada en obras suyas como Principios de la guerra (1903) o Conducción de la guerra (1904).

Ferdinand Foch
Al estallar la guerra asumió el mando de un cuerpo de ejército en Lorena, que participó en la fracasada ofensiva inicial francesa sobre territorio alemán. Más tarde contribuyó a frenar el avance de los alemanes hacia París (batalla del Marne, 1914) y hacia el mar (batalla del Yser, 1914) y dirigió las contraofensivas de 1915, que no lograron romper el frente enemigo.
Ante el estancamiento de la «guerra de posiciones», en 1917 se produjeron relevos en la dirección militar francesa, que llevaron a Foch a ser nombrado jefe del Alto Estado Mayor y consejero militar del gobierno; desaparecido el frente oriental por la retirada rusa como consecuencia de la Revolución bolchevique, Foch se dedicó especialmente a fortalecer la coordinación del esfuerzo bélico de los aliados en el frente occidental, con la institución de un Consejo Supremo anglo-franco-italiano (1917).
Ante el poderoso ataque lanzado por los alemanes hacia Amiens en 1918, Foch fue nombrado generalísimo de las tropas aliadas; detuvo el ataque enemigo y dirigió la contraofensiva victoriosa que hizo desmoronarse al ejército alemán, con el que firmó el Armisticio de Compiègne. El artífice principal de la victoria aliada en la Gran Guerra fue recompensado con el nombramiento de mariscal y se mantuvo como asesor militar del gobierno francés hasta su muerte.

Alfred von Schlieffen

(Alfred von Schlieffen, conde de Schlieffen; Berlín, 1833-1913) Militar alemán que concibió el plan de ataque seguido en la Primera Guerra Mundial. Fue oficial del Estado Mayor de Prusia durante la Guerra Franco-Prusiana de 1870. Y, después de la unificación de Alemania que se completó por la victoria en aquella guerra, se incorporó al Estado Mayor del ejército imperial alemán, del que fue jefe entre 1891 y 1906.

Alfred von Schlieffen
Al retirarse del cargo dejó como testamento el Plan Schlieffen, encaminado a asegurar la victoria alemana en una eventual guerra contra Francia: rebasar las defensas fronterizas francesas en una maniobra envolvente por el norte, mediante un ataque rápido a través de los Países Bajos, antes de que Rusia (ligada a Francia por un tratado) pudiera movilizar sus tropas y pasar a la ofensiva obligando a Alemania a combatir en dos frentes; el plan, basado en la concentración de fuerzas sobre el ala derecha del avance, pretendía sorprender por la espalda al grueso del ejército francés y dejarlo embolsado en Lorena.
El sucesor de Schlieffen al frente del Estado Mayor alemán, el joven Helmuth von Moltke, mantuvo como pieza maestra de la estrategia alemana este plan, revisado anualmente por su autor. Muerto éste, el plan fue puesto en práctica en los comienzos de la Primera Guerra Mundial (1914-18), violando la neutralidad de Bélgica y Luxemburgo para atacar a Francia; pero fracasó en la medida en que no consiguió una victoria rápida y el frente se estancó en el norte de Francia durante años, mientras Alemania se veía obligada a sostener simultáneamente una guerra en el este contra Rusia.
Quizá se había subestimado la capacidad de resistencia del ejército belga, la facilidad para movilizar refuerzos que ofrecían los ferrocarriles franceses y la eficacia defensiva del Cuerpo Expedicionario británico; o quizá Moltke había aplicado el plan incorrectamente al debilitar el ala derecha, que fue la que quedó frenada. Moltke fue depuesto en 1914 y su sucesor, Erich von Falkenhayn, tuvo que improvisar una alternativa estratégica basada en el desgaste del enemigo, que tampoco tuvo éxito.

Francisco Fernando

(Francisco Fernando de Austria-Este o de Habsburgo; Graz, 1863 - Sarajevo, 1914) Archiduque de Austria-Hungría cuyo asesinato precipitó la Primera Guerra Mundial. Sobrino del emperador Francisco José I, se convirtió en heredero del Trono en 1896, tras una sucesión de muertes en la familia Habsburgo. Aunque nunca llegaría a reinar, ejerció desde entonces una gran influencia en el Imperio, llegando a dominar prácticamente el ejército.

El achiduque Francisco Fernando de Austria
El principal problema político que tenía planteado el Estado austro-húngaro eran las tensiones nacionalistas, en especial de las minorías eslavas; Francisco Fernando de Austria era partidario de una apertura en ese sentido, transformando la monarquía dual vigente desde 1867 en una monarquía federal tripartita en la que los eslavos vieran reconocida su autonomía.
En particular, el archiduque Francisco Fernando de Austria se había mostrado cercano a las reclamaciones de los eslavos del sur (croatas, bosnios y eslovenos); pero al hacerlo contrarió los planes de Serbia, que enarbolaba la defensa de dichos pueblos frente a la dominación austro-húngara, con la ambición última de someterlos a su propio poder.
En 1914, cuando el archiduque se encontraba en Sarajevo (capital de la provincia austriaca de Bosnia) para presidir unas maniobras militares, fue asesinado por un estudiante serbobosnio llamado Princip. Puesto que el asesino era militante de la organización nacionalista serbia Unidad o Muerte, el gobierno austriaco culpó a Serbia; mediante un ultimátum exigió al gobierno serbio la represión de las acciones antiaustriacas lanzadas desde su territorio, la autorización para que policías austriacos participaran en la investigación del atentado en Serbia y el castigo de los responsables.
La negativa serbia a ese ultimátum, alegando que violaba su soberanía nacional, fue el detonante para el estallido de la Primera Guerra Mundial (1914-18), pues el juego de las alianzas arrastró a Alemania en apoyo de Austria-Hungría, y a Rusia, Francia y Gran Bretaña en apoyo de Serbia.

Jean Jaurès

Dirigente socialista francés (Castres, Tarn, 1859 - París, 1914). Este profesor de filosofía de la Universidad de Toulouse, procedente de una familia acomodada, inició su andadura política en las filas de los republicanos «oportunistas» de centro-izquierda (1885). Fue su investigación doctoral sobre los orígenes del pensamiento socialista alemán la que le llevó a abrazar el ideario socialista y enriquecerlo con sus propias aportaciones.

Jean Jaurès
Jean Jaurès sostuvo un socialismo humanista ecléctico, pero coherente, en el que se mezclan patriotismo e internacionalismo, individualismo y colectivismo, reforma y revolución. Defendió el valor de la democracia parlamentaria para mejorar la condición obrera, encauzando el socialismo francés por vías legales y reformistas; y contribuyó a que los socialistas se sumaran a las reclamaciones de revisión del proceso Dreyfus (1898) y participaran en gobiernos reformistas de la Tercera República.
Sus brillantes cualidades intelectuales y morales, así como su entrega a la causa obrera, le convirtieron en el gran líder del socialismo francés anterior a la Primera Guerra Mundial y en un referente moral para la época posterior.
Diputado socialista desde 1893, fue elegido presidente de la cámara en 1903. Tuvo un papel importante en la unificación de las diversas tendencias en que se hallaban divididos los socialistas franceses, facilitando la formación del partido Sección Francesa de la Internacional Obrera (SFIO) en 1905; y posteriormente se impuso en su seno sobre el dogmático marxista Jules Guesde.
Ante las tensiones internacionales de comienzos de siglo, Jaurès criticó el imperialismo y defendió la negociación pacífica de las diferencias entre Francia y Alemania; esta actitud le ganó la enemistad de los ultranacionalistas franceses, uno de los cuales le asesinó en vísperas del estallido de la Primera Guerra Mundial.

Guillermo II

(Berlín, 1859 - Doorn, Países Bajos, 1941) Rey de Prusia y emperador de Alemania (1888-1918). Hijo de Federico III de Prusia y la princesa Victoria de Inglaterra, fue proclamado emperador de Alemania en 1888, tras el breve reinado de su padre. Destituyó al canciller Bismarck e inició un plan de reformas internas que lanzaría a Alemania a la industrialización, pero no pudo impedir, sin embargo, que el Partido Socialdemócrata alemán se impusiera progresivamente como primera fuerza política. En materia de asuntos exteriores, promovió las acciones colonialistas como réplica a la política expansionista del Reino Unido, país al que forzó a establecer la alianza con Francia y Rusia; por su parte, Guillermo impulsó la Triple Alianza, quedando con ello definidos los dos bloques que serían los futuros contendientes de la Primera Guerra Mundial. Durante el conflicto, el emperador fue cediendo el poder militar a Hindenburg y Ludendorff, e intentó mantener el poder político; así, puso todo su empeño en prolongar las hostilidades hasta el armisticio de 1918, conseguido lo cual se exilió en los Países Bajos, donde moriría.

Guillermo II de Alemania
Elevado al trono en 1888 tras la muerte de su padre, Federico III, Guillermo II de Alemania hizo gala de una energía exuberante en el manejo de los asuntos de gobierno, tanto interiores como exteriores, y en la dirección de la Armada y el Ejército. Deseando gobernar personalmente, en 1890 hizo dimitir a Otto von Bismarck de la cancillería, que fue en adelante instrumento dócil de sus deseos imperiales. Ardiente defensor de la teoría del derecho divino de los reyes y autócrata furibundo por tradición y temperamento, estremeció a Europa con sus discursos, que revelaban una exaltada noción de su superioridad imperial y pregonaban su decisión de mantener las altas tradiciones monárquicas de los Hohenzollern.
Con el objetivo de acrecentar el poderío germano y de conseguir para su país un alto puesto en la esfera de la Weltpolitik, no perdió ocasión de llevar a efecto una audaz política de expansión colonial. Cultivando la amistad con Turquía, fomentó al mismo tiempo los intereses comerciales y financieros de Alemania con el Próximo Oriente. Su íntima relación con el Ejército y la creación de una poderosa Armada le proporcionaron los medios para defender sus intereses.
En el orden interior surgió un factor insoslayable: el auge de la socialdemocracia, que, a pesar del sentido de autocracia imperial de que estaba imbuido el emperador, lo obligó en varias ocasiones a tolerar el abandono o la derrota, por reaccionarios o imposibles, de diversos proyectos. La Primera Guerra Mundial ensombreció los últimos años de su reinado. Entre los grandes acontecimientos de un período abundante en ellos destacan las relaciones del emperador, durante el desarrollo de la contienda, con el Partido Radical Socialista, y la controversia con Estados Unidos sobre la marina mercante armada, que tuvo por consecuencia la entrada de este país en la guerra.
La derrota de los ejércitos alemanes en el otoño de 1918 y la expansión de la propaganda revolucionaria hicieron insostenible la situación del emperador, que abdicó el 9 de noviembre de 1918 y se refugió en Holanda, donde más tarde compró una finca en Doorn. Allí murió el 11 de abril de 1921 la emperatriz, que antes de su matrimonio en 1881 había sido princesa Augusta Victoria de Schleswig-Holstein-Sonderburg-Augustenburg. El 5 de noviembre de 1922, Guillermo II contrajo segundas nupcias con Hermine de Schoenaich-Carolath, princesa de Reuss (1887-1947). De su primer matrimonio tuvo Guillermo seis hijos y una hija.