Seguidores

miércoles, 3 de junio de 2020

Gianluigi Buffon

(Carrara, 1978) Futbolista italiano, considerado casi por unanimidad el mejor guardameta de su época y uno de los mejores de la historia. Gianluigi Buffon, Gigi para sus íntimos, nació en el seno de una familia con grandes inquietudes artísticas y muy aficionada a todo tipo de deportes. Su padre, Adriano Buffon, se dedicó al atletismo y fue campeón júnior de Italia en lanzamiento de peso; su madre, Maria Stella, fue cantante de cierto reconocimiento en las décadas de 1970 y 1980; su tío materno, Angelo Masocco, se dedicó al baloncesto profesional, y sus dos hermanas, Guendalina y Veronica, jugaron bastantes años al voleibol como profesionales.
Buffon empezó a jugar a fútbol en el colegio, sin posición fija, hasta que sus compañeros, dada su estatura (llegaría a medir 1,90 m), le rogaron que cubriera la portería en un partido de final de curso. Desde entonces se consideró a sí mismo portero y sólo portero. De inmediato, un ojeador del Parma se fijó en sus cualidades y lo fichó para las categorías inferiores del equipo parmesano.

Gianluigi Buffon
Sin haber debutado en el primer equipo, su nombre ya se hizo un hueco en los medios de comunicación en 1993, al conseguir con Italia el título del Campeonato de Europa sub 16, disputado en Turquía, en el que fue elegido mejor portero del torneo. Por aquella época su ídolo era el camerunés del R.C.D. Espanyol de Barcelona Tommy N'Kono, aunque en su infancia admiró también al español José Ángel Iribar, del Athletic Club de Bilbao.
Tras adjudicarse la medalla de oro en los Juegos del Mediterráneo de Bari ’95, debutó en la primera división italiana, ante el Milan AC, un ya lejano 19 de noviembre de 1995, y deslumbró. Al año siguiente se proclamó campeón de Europa sub 21 y el 29 de octubre de 1997 debutaría con la selección, ante Rusia. Clausurada la Copa del Mundo de Alemania 2006, se había enfundado la camiseta internacional en 64 partidos.
A pesar de sus excelentes estadísticas, seguiría en el Parma hasta finalizar la temporada 2000-2001, habiendo jugado un total de 168 partidos oficiales desde 1995. Con su equipo de juventud ganó dos Copas de la UEFA consecutivas, en 1998 y 1999, tras haber conquistado la Copa de Italia en esos dos mismos años. Además, con el Parma, ganó la Supercopa italiana en 1999.
En el verano de 2001 dio el gran salto: la Juventus de Turín, del magnate Giovanni Agnelli, lo fichó por la desorbitada cifra (para un portero y en un tiempo de vacas flacas) de 40 millones de dólares. En aquel verano se lo disputaron varios equipos europeos de elite, entre ellos dos españoles, el Real Madrid Club de Fútbol y, sobre todo, el Futbol Club Barcelona, que llegó a ofrecer por el flemático Buffon 5.000 millones de las antiguas pesetas (unos 30 millones de euros). Aquel traspaso era aún en 2006 un récord absoluto en el fichaje de un cancerbero.
En la Juventus se convirtió en el jugador de referencia, en un portero que, gracias a sus reflejos y a su singular colocación bajos los palos, optimizados por el famoso catenaccio del fútbol italiano, encajaba muy pocos goles. Con él en la portería, la Juventus se adjudicaría ya de entrada la Liga 2001-2002, a la que seguirían otras tres consecutivas, aunque fue desposeída del título 2005-2206 a raíz del “caso Moggigate”, una trama de compra de árbitros y de jugadores en la que también se vio implicado, entre otros, el gran rival de la Juve, el Milan AC, que sin embargo mantuvo la categoría, aunque empezaría la liga con 17 puntos menos. Tras el descenso a la categoría inferior, la Juventus se desprendió de casi todas sus estrellas, llenando sus arcas para cuando regresara a la División A. Pero retuvo a Buffon como garantía para el previsible ascenso.
En 2003 Buffon había ganado ya un galardón que en cierta manera daba carácter oficial a su condición de mejor cancerbero del mundo, según la consideración de críticos y aficionados: al término de aquella temporada, la Federación Internacional de Fútbol y Estadísticas (IFFHS, en sus siglas inglesas) le otorgó el trofeo que lo acreditaba como el mejor portero del mundo. En una votación en la que participaron 85 países que representaban a los cinco continentes, el italiano recibió 186 puntos, a enorme distancia de sus dos inmediatos seguidores: el español Iker Casillas (112) y el alemán Oliver Kahn (108). Buffon se convertía así en el segundo guardameta que conseguía el prestigioso galardón, tras el legendario guardameta Walter Zenga, quien lo obtuvo tres años consecutivos, 1989-1991, en las tres primeras temporadas de vigencia del trofeo.
Bufón ha disputado tres Copas del Mundo consecutivas: Francia (1998), en el que apenas jugó; Japón/Corea (2002) -donde Italia fue derrotada con polémica en octavos de final por el anfitrión República de Corea-, y el de Alemania (2006), en que saboreó el triunfo, tanto en al aspecto personal como con la victoria de su selección en la tanda de penaltis frente al otro finalista, Francia. De Buffon (que, a pesar de su enorme estatura es, con sus 83 kg de peso, un portero de mucha agilidad, excelente en el uno contra uno y con gran sentido de la anticipación) hay que destacar también sus subidas al remate y su facilidad para convertir en gol el lanzamiento de penaltis y de alguna falta en las proximidades del área contraria.
En la Copa del Mundo de Alemania (2006), Italia fue de menos a más. Demostró sus aspiraciones al título en un soberbio partido ante el anfitrión, Alemania, que nada pudo hacer ante el juego desarrollado por los azzurri y, sobre todo, ante la espléndida actuación de Buffon. El cancerbero realizó varias paradas de mérito que después lo avalaron para ser distinguido con el premio Lev Yashin al mejor portero del Mundial, galardón sustentado, además, en el tiempo en que mantuvo su portería a cero; 470 minutos, 60 menos del récord que ostentaba su compatriota Zenga, que se mantuvo imbatido durante 517 minutos en la Copa del Mundo de Italia ’90.
Sus predecesores en el premio Lev Yashin (galardón instituido en 1994) son el belga Michel Preud’homme, el francés Fabien Barthez y el alemán Oliver Khan, ganadores en 1994, 1998 y 2002, respectivamente, si bien el teutón, en la Copa del Mundo de 2002, se adjudicó además (con polémica incluida) el trofeo al mejor jugador del Mundial, galardón que jamás se había otorgado a un portero.
En el terreno de juego y en sus prendas deportivas, Buffon no utiliza el nombre, Gianluigi, sino sólo el apellido, que adoptó como norma sin excepciones cuando se pasó al terreno profesional. Es una gran aficionado a las películas de ficción, sobre todo de los héroes americanos como Superman, personaje del que posee, además, una gran colección de cómics. De carácter más bien retraído, es muy aficionado a los juegos de azar. Cuando declaró ante el juez por el “caso Moggigate”, se confesó ludópata incurable. Su pasión son los platos típicos de la pasta italiana al modo de Parma, aunque su queso predilecto es la mozzarella.
En 2006, con veintisiete años, edad ideal para un portero, no se veía jugando al fútbol hasta los cuarenta (como hizo otro portero al que admiraba, su compatriota Dino Zoff), sino que se preparaba ya para ser entrenador, título que le permitiría seguir ligado al fútbol hasta su jubilación dorada. Sin embargo, sus allegados aventuraban que, a pesar del enorme caudal que suponen sus ingresos como el portero mejor pagado del mundo, jamás llegaría a disfrutar de una posición económica estable si no lograba superar su adicción al juego, en el que apostaba cantidades dignas de un jeque del petróleo.

Fernando Hierro

(Fernando Ruiz Hierro; Vélez-Málaga, Málaga, 1968) Futbolista español, líbero del Real Madrid y de la selección española, cuya camiseta se enfundó en 89 ocasiones hasta su renuncia en pleno Mundial de Corea. Es uno de los pocos futbolistas que ha disputado cuatro Campeonatos del Mundo (Italia ’90, Estados Unidos ’94, Francia ’98 y Corea-Japón 2002).

Fernando Hierro
Nació en una familia humilde de tradición futbolística con cuatro hijos: Antonio, Manolo, Fernando y Remedios, hijos de Manuel Ruiz y Remedios Hierro. El padre de familia jugó en el Vélez-Málaga, al igual que lo había hecho su hermano Pepe. Fernando, que mide 1,87 metros y en su mejor estado de forma pesa 84 kilos, ha sido conocido siempre en el mundo del fútbol por su segundo apellido, porque en su población natal la gente conoce a la familia Ruiz Hierro por el apellido materno, ya que en la comarca malagueña de la Ajarquía es muy común el apellido Ruiz.
Defensa con alma de delantero
En su adolescencia, Fernando trabajó en un taller de reparación de automóviles. Había empezado a practicar el fútbol en las categorías inferiores del club de su pueblo, y al llegar a la edad juvenil, el técnico de fútbol base del Málaga, C. F. rehusó hacerse con los servicios de aquel jovencito espigado y de apariencia endeble. Entonces, su hermano Manolo le recomendó al Real Valladolid, que le inscribió en su equipo de promesas, en el que jugó de centrocampista, posición en la que destacaría también en el Real Madrid, sobre todo durante la temporada en que el equipo estuvo dirigido por el técnico Radomir Antic: Hierro marcó 21 goles en 37 partidos.
De la mano de Vicente Cantatore, debutó en Primera División el 4 de octubre de 1987 en un Valladolid-R. C. D. Espanyol. A partir de aquel debú siempre fue titular, y marcó su primer gol en la máxima categoría el 27 de marzo de 1988, en un partido en el estadio Zorrilla frente al Mallorca. Tras dos temporadas en el equipo pucelano, con el que disputó 57 partidos (al principio de interior derecho y más tarde de central), en 1989 pasó al Real Madrid, que se lo había disputado con el entonces emergente presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil y Gil, con el que Hierro llegó a entablar conversaciones.

Celebrando el triunfo junto a Raúl
Dicen las malas lenguas que el F. C. Barcelona también lo seguía de cerca, pero que se equivocó y fichó a otro Hierro del equipo castellano, que, según las referencias de los ojeadores azulgranas, «tenía un futuro prometedor». No era otro que un hermano mayor de Fernando, el mencionado Manolo, una de las figuras del Valladolid, en el que también estuvo a punto de militar el hijo primogénito de los Ruiz Hierro, Antonio, que, sin embargo, jugó en el Málaga.
El entonces vicepresidente del Barça, Joan Gaspart, aseguró que habían ofrecido por Fernando la descomunal cifra de 150 millones de pesetas, que fue la que pagó el Real Madrid por hacerse con sus servicios, más 50 millones de indemnización al equipo pucelano para que Hierro no jugara la Supercopa de aquel año con el que aún era su equipo, el cual, por haber sido subcampeón de la Copa, debía disputarla contra el Real Madrid, que aquella temporada consiguió el llamado «doblete».
Puntal de su equipo y de la selección
En el equipo capitalino coincidió con excelentes jugadores como Sanchís, con el que formó en el centro de la defensa, Gordillo, Schuster, Hugo SánchezEmilio Butragueño, Michel... y con la dirección técnica de John Benjamin Toshack. Batieron récords, uno de ellos histórico: 107 goles (7 de Hierro) en una Liga que fue para el Real Madrid.
El 20 de septiembre de aquel año de 1989, tras haber disputado seis partidos con la selección sub-21, debutó con la selección absoluta de la mano de Luis Suárez, en un España-Polonia, con resultado de 1-0. El resto de la historia de Hierro con el Real Madrid y con la selección española es harto conocida y se resume en estadísticas que confirman que es uno de los mejores defensas que ha dado el fútbol español e incluso el mundial. No en vano Hierro ha formado parte en dos ocasiones del once ideal del mundo. Uno de sus mejores recuerdos con el combinado nacional data del 17 de noviembre de 1993, cuando en el minuto 63 marcó un gol ante Dinamarca a la salida de un córner que clasificó a España para disputar el Mundial de Estados Unidos.

En un entrenamiento con el Real Madrid
El 24 de marzo de 2001 alcanzó y rebasó la cifra de cien goles con la camiseta del Real Madrid, equipo con el que superaba, además, la cifra de 400 partidos en Primera División. De los 89 partidos jugados con la selección, ha ganado 52 y empatado 27, y ha sido titular en 89 ocasiones. Con su equipo, el Real Madrid, ha conseguido cuatro títulos de Liga (1989-1990, 1994-1995, 1996-1997, 2000-2001), una Copa del Rey (1993), cuatro Supercopas de España (1990, 1993, 1997, 2001), dos Copas Intercontinentales (1998 y 2002) y tres Copas de Europa, denominadas ya Champions League (1998, 2000 y 2002). Además de esos títulos mayores, en su palmarés figuran numerosos torneos, entre los que destacan un Trofeo Teresa Herrera, siete Santiago Bernabéu y un Trofeo Colombino.
Renuncia a jugar con la selección
El juego de Fernando Hierro se ha caracterizado por un estilo sobrio, fundado en la seguridad, la potencia y una gran colocación. Sabe sacar el balón controlado desde la zaga. Es un gran cabeceador y lanzador de penaltis y de libres directos.
En familia, según su esposa Sonia, es un hombre afable («como ser humano es admirable», asegura), divertido y muy responsable. En su casa puede dar rienda suelta a su afición por la música andaluza (flamenco, que baila también con estilo depurado), por las películas de acción y por la preparación de platos de cocina mediterránea. El otro deporte por el que siente gran afición es el baloncesto, que ha practicado esporádicamente.
Pocas horas antes de jugar los cuartos de final contra Corea en el Mundial de 2002, anunció públicamente que al acabar el campeonato renunciaría a formar parte de la selección nacional, de la que Andoni Zubizarreta le legó el brazalete de capitán en 1998. Dejaba el testigo a su delfín y amigo Raúl, el único jugador con un perfil idóneo para suplir adecuadamente a su maestro, aunque las dotes de liderazgo que ha ostentado Hierro son únicas, según sus admiradores: «Se trata de un jugador insustituible» (Radomir Antic); «Juega con la derecha, la izquierda, destruye, construye juego, marca goles...» (Vicente del Bosque); «Ha sido el mejor central y líbero español de la historia» (Vicente Cantatore). En mayo de 2005 anunció su retirada definitiva del fútbol profesional. Concluido su contrato con el Real Madrid en la temporada 2002-03, había seguido jugando todavía en el Al Rayyan de Qatar (2003-04) y en el Bolton Wanderers inglés (2004-05).

Iker Casillas

(Iker Casillas Fernández; Móstoles, 1981) Guardameta del Real Madrid Club de Fútbol y titular de la selección española, considerado uno de los mejores porteros de Europa. Sus padres vivían en Bilbao, pero la madre, María del Carmen Fernández González, a la sazón profesora de peluquería, quiso dar a luz en Madrid, a lo que no opuso resistencia su marido, José Luis Casillas. Se afincaron en Móstoles, población que Iker adora. Medio en broma medio en serio, en una conferencia de prensa proclamó: “Yo también soy galáctico porque nací en Móstoles”. Empezó a jugar en el colegio, hasta que a los diez años los ojeadores del Real Madrid Club de Fútbol se lo llevaron a las categorías inferiores del equipo capitalino porque, incluido en el equipo Losada, había tenido una actuación destacada en el Torneo Social que el club organiza anualmente.

Iker Casillas
Pronto demostró que podía ser un portero especial: rápido, potente de piernas y con unos reflejos singulares. Tal fue la confianza que depositaron en él, que a los dieciséis años, cuando jugaba en el juvenil y se había proclamado campeón de Europa Sub 16 al detener un penalti ante Austria, fue convocado por primera vez para el primer equipo, en la temporada 1997-1998, porque los dos primeros porteros estaban lesionados. Aun así no pudo debutar porque debía jugar el tercer guardameta, Santiago Cañizares. En 1996 había debutado ya con la selección Sub 15.
Pero su debut con los mayores no se hizo esperar, y el 12 de septiembre de 1999 disputó un partido de Liga contra el Athletic Club de Bilbao. Era un chaval al que Fernando Hierro, el capitán, protegió con cariño, hasta el punto de que en los primeros partidos se encargó de efectuar los saques de puerta. En esa misma temporada ya se hizo un nombre y su proyección trascendió fuera de España al serle concedido el Trofeo Bravo como la mejor promesa del año. En aquellos tiempos, su ídolo por excelencia era el italiano Gianluigi Buffon, que también debutó muy joven con los profesionales.
Sin embargo, aunque entrenaba con los mayores y jugaba algún partido, tenía ficha del Real Madrid C, de Tercera División, y en la temporada 1999-2000 jugó mayormente en el Real Madrid B, de Segunda División, si bien el entrenador de la época, el holandés Guus Hiddink, lo convocó con mayor frecuencia para formar parte de las expediciones del primer equipo. Incluso había formado parte del conjunto que jugó la Liga de Campeones ante el Rosenborg el 27 de noviembre de 1997.
Su aureola de joven portero muy difícil de batir trascendió en el Mundial Sub 20 celebrado en Nigeria en 1999, pues ante Ghana también detuvo un penalti que le valió a la selección española el pase a semifinales. A partir de entonces, todos los jueves y viernes entrenaba con el primer equipo y en 1999-2000 se convirtió en el portero más joven en disputar y ganar la Liga de Campeones. Acudía al estadio Santiago Bernabéu en autobús porque aún no tenía el carnet de conducir.
En la temporada 2000-2001 ya fue casi el titular indiscutible y ganó el primer título de Liga. Al año siguiente, con una actuación decisiva en la final, se proclamó campeón de la Supercopa de España. En esa temporada sufrió un disgusto que finalmente tendría un final feliz. El ídolo de su infancia, el alemán Oliver Kahn, a la sazón considerado el mejor portero del mundo, se negó a regalarle la camiseta al término de un partido de la Liga de Campeones ante el Bayern. El feo gesto de rechazo dio la vuelta al mundo por medio de la televisión y Casillas declaró: “Khan es un prepotente”. Pocos días después, el huraño portero alemán rectificó y no sólo le envió la camiseta, sino que le invitó a pasar un día con él en Munich.
Sus paradas eran cada vez más espectaculares, con actuaciones que han quedado grabadas en la retina de los aficionados. Por ejemplo, su portentosa regularidad en un partido ante la Real Sociedad fue calificada con cuatro ases, cuando lo habitual para destacar a un jugador son tres. Pero el diario As quiso hacer esta excepción sin que sirviera de precedente. También figura en los anales del fútbol su actuación en la final de la Liga de Campeones de 2000: salió en la segunda parte y realizó paradas de extrema dificultad que permitieron al Real Madrid levantar otro trofeo de la máxima competición europea de clubes.
Debutó con la selección absoluta el 3 de junio de 2000, en un partido amistoso ante el Göteborg, en Suecia. El partido terminó en empate a uno. Dos años después, tras lesionarse Cañizares al caerle una botella de colonia en el pie, se convirtió ya en el titular indiscutible. Incluso luce el brazalete de capitán, en ausencia de su compañero Raúl. Con la selección ha protagonizado también actuaciones sobresalientes, como cuando en el Mundial de Corea y Japón de 2002 paró tres penaltis ante Irlanda en octavos de Final. Hasta finales de julio de 2007 había jugado 42 partidos internacionales, pero le quedaba aún mucha cuerda porque un portero puede estar en óptima forma hasta bien pasados los treinta años.
A finales de la temporada 2006-2007 ya tenía un palmarés repleto: campeón de tres Ligas (2000-2001, 2002-2003 y 2006-2007); dos títulos de la Supercopa de España (2001 y 2003); dos Ligas de Campeones (1999-2000 y 2001-2002); una Supercopa de Europa (2000); una Copa Intercontinental (2002); campeón de Europa Sub 16 (1997) y del Mundo Sub 20 (1999); una Meridian Cup Sub 17 (1999) y un Trofeo Bravo al mejor futbolista europeo menor de veinte años (1999-2000).
En su palmarés hay una gran laguna: jamás ha ganado el trofeo Zamora (así llamado en memoria del gran guardameta español Ricardo Zamora) al portero menos goleado de la Liga. Y es que su equipo no ha brillado por una defensa sólida en los últimos años. Por ejemplo, en la temporada 2006-2007, aun siendo campeón de Liga, jugó los 38 partidos pero encajó 40 goles.
Para Fabio Capello, el entrenador que sería destituido al término de esa temporada, Casillas no fue santo de su devoción. Hasta tal punto que estaba decidido a sentarlo en el banquillo, a favor del suplente Diego López. La presión de la prensa, la directiva y los aficionados impidió que tomara esa medida tan impopular. Con la marcha de López al Villarreal, el Real Madrid fichó al portero polaco del Liverpool Jerzy Dudek, para que Casillas no se durmiera en los laureles. A Capello le contestó sin nombrarlo: “Ya he dicho cien veces que soy el primero que sé cuando fallo. Me importa un bledo lo que se diga porque yo estoy contento con mi trayectoria”.
En el fútbol suelen ser más apreciados los delanteros goleadores que los guardametas. Pero en los equipos de elite, el portero debe tener la máxima concentración porque le llegan pocos balones. De ahí que dos o tres paradas que entrañan dificultades sean valoradas como merecen por los aficionados. Iker Casillas es la excepción a la primera regla mencionada, pues hasta los rivales están de acuerdo en que es un portero excepcional que se ha convertido en un icono del Real Madrid junto a Raúl González y por encima de los goleadores.
Hombre tranquilo y bromista, Casillas jamás critica a los compañeros de los equipos rivales. Hasta le gusta actuar. Hizo una breve aparición en la película Torrente 3: El protector (2005), de Santiago Segura. Apareció también como invitado en el programa Splunge, de la primera cadena de Televisión Española, y ha protagonizado varios anuncios publicitarios. Casillas es soltero, pero asegura que un día le llegará la hora. De momento, cuando llega a su casa, nadie le molesta para pasarse horas jugando partidos en la Play Station. “Me sorprende verme en pantalla. Me hace mucha ilusión, pues años atrás era yo quien confeccionaba los equipos y mi nombre no salía.” Como es un joven de barrio consciente de las necesidades del entorno, se dedica a trabajos sociales contra la drogadicción. Al respecto, en 2001, la Fundación de Ayuda contra las Drogas le otorgó el premio al “Buen deportista del año”.