Roberto Suazo Córdova (La Paz, 17 de marzo de 1927-Tegucigalpa, 22 de diciembre de 2018) fue un médico cirujano y político de origen hondureño. Fue el primer presidente Constitucional de la República de Honduras conforme a la Constitución de Honduras de 1982, entre el 27 de enero de 1982 y el 27 de enero de 1986, siendo el primer civil de la era democrática a partir de 1982.
Roberto Suazo Córdova nació en la ciudad de La Paz, República de Honduras, el 17 de marzo de 1927. Sus padres fueron Julián Suazo y Matilde Córdova, y su esposa la señora Aída Zacapa.
Sus estudios primarios los llevó a cabo en la escuela de varones de La Paz, mientras que sus estudios secundarios los cursó en el Instituto León Alvarado, en la ciudad de Comayagua. Posteriormente Suazo se trasladó a Guatemala. En ese país estudió en la Universidad de San Carlos de la capital guatemalteca, donde obtuvo el título de medicina y cirugía en 1949.
Luego de su graduación Suazo Córdova ejerció su profesión en el hospital general de la capital guatemalteca. En el año de 1953 Suazo Córdova retornó a su ciudad natal, donde practicó la medicina por más de veinticinco años.
Durante su estancia en la ciudad de La Paz el doctor Suazo Córdova incursionó en la vida política como miembro del Partido Liberal de Honduras. En 1957 Roberto Suazo fue elegido diputado por La Paz para la Asamblea Nacional Constituyente de Honduras. Luego, su cargo se extendió por dos períodos más: 1958-1963 y 1965-1971. El 3 de octubre de 1963, cuando se depuso al presidente constitucional Ramón Villeda Morales, el candidato más fuerte para ganar las elecciones era Modesto Rodas Alvarado, quien llevaba en su nómina presidencial al doctor Roberto Suazo Córdova como Primer Designado Presidencial.
Desde su puesto de diputado en el congreso de la república Suazo Córdova llegó a escalar las más altas esferas del liberalismo, convirtiéndose en la figura más importante de su partido, en 1979. En ese entonces Suazo reemplazó como coordinador general del partido al gran caudillo del Partido Liberal Modesto Rodas Alvarado.
En 1980 los militares encabezados por el general Policarpo Paz García, bajo presión del Gobierno de Washington, decidieron restaurar el poder civil en Honduras, bajo una nueva constitución de 1981. Para este motivo Roberto Suazo fue elegido presidente de la convención constitucional.
Debido a su popularidad entre los liberales, Suazo Córdova llegó a ser su candidato presidencial para las elecciones del 29 de noviembre de 1981. En noviembre de ese mismo año, Suazo se convirtió en el primer presidente constitucional de Honduras luego de diez años de gobierno militar. Durante las elecciones para presidente el doctor Suazo Córdova derrotó convincentemente al candidato opositor del Partido Nacional de Honduras, Ricardo Zuñiga Agustinus, con el 53% del voto popular.
El doctor Roberto Suazo Córdova pronunció el juramento y asumió la presidencia de la República un 27 de enero de 1982. Llegó al poder bajo la promesa de llevar a cabo un ambicioso programa de desarrollo económico y social en Honduras. Esto con el fin de revertir los efectos de la recesión por la cual atravesaba el país.
Para este plan Suazo contó con la ayuda de los Estados Unidos. A la superpotencia no le convenía que Honduras pasara por la misma inestabilidad política de sus vecinos centroamericanos, ya que esto significaría uno más de los tantos problemas que enfrentaban los norteamericanos con la ya establecida presencia de regímenes comunistas como los de Nicaragua y Cuba en la región. Aunque la ayuda norteamericana llegó, el gobierno de Suazo Córdova fue incapaz de revertir la mala situación económica del país. El déficit del país se fue por las nubes con el incremento de los gastos militares.
Para tratar de darle solución a los problemas, Suazo Córdova decidió, en 1984, reemplazar a la mayoría de su gabinete. Al final esto no tuvo los frutos esperados y la situación económica del país siguió de la misma manera o peor. Al término de su período presidencial, Suazo Córdova perdió en su mayor parte la popularidad que lo llevó a la presidencia de la república.
A mediados de su periodo presidencial, Suazo Córdova mantuvo buenas relaciones diplomáticas con los demás presidentes latinoamericanos, estrechando las ayudas mutuas y asegurando convenios de desarrollo.
Honduras fue el ojo del huracán de la región norte y centro del Caribe del continente americano durante el gobierno de Roberto Suazo Córdova.
Después de haberse consolidado en Nicaragua, los comunistas ahora amenazaban con tomar el poder en El Salvador a través del frente revolucionario Agustín Farabundo Martí, mientras que en Guatemala los enfrentamientos entre gobierno y grupos armados eran constantes.
Suazo Córdova mostró, en sus primeros meses de gobierno, profunda preocupación por la situación que atravesaban los demás gobiernos de Centroamérica, ya que ello se convertía en una amenaza para la renacida democracia hondureña y, por ende, su gobierno.
A esta preocupación se unió también la de dos personajes importantes que marcarían por siempre la presidencia de Roberto Suazo Córdova: el general Gustavo Álvarez Martínez y el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan; este último que visitó una Honduras en plena transición política militar-civil.
El gobierno de Reagan a través de John Dimitri Negroponte, un diplomático exagente de la CIA en operaciones llevadas a cabo por los Estados Unidos en el sureste de Asia, se alió al comandante de las Fuerzas Armadas de Honduras, general Álvarez Martínez, en contra del gobierno sandinista de Nicaragua.
Álvarez, un anticomunista, había declarado que Honduras estaba en una «guerra a muerte» en contra del gobierno del FSLN de Nicaragua. Álvarez Martínez se dio a la tarea de coordinar, junto a los norteamericanos basados en Honduras, el apoyo a los ‘contras’ nicaragüenses para lanzar ataques en contra del gobierno sandinista, con el firme propósito de derrocarlos y retornar al poder a los seguidores del extinto presidente Anastasio Somoza.
Estas acciones de Álvarez Martínez, con la bendición del Gobierno estadounidense, mermaron la efectividad de Suazo como presidente, quien era visto como un simple títere de ambos. Fue precisamente durante este período que se dio en Honduras un breve resurgimiento de movimientos guerrilleros de menor escala.
Esto sirvió de motivo para que el general Álvarez Martínez aplicara sus tácticas aprendidas en Argentina. Actos de torturas y desaparecidos, así como otro tipo de violaciones a los derechos humanos, comenzaron a darse en Honduras empañando así el gobierno de Suazo Córdova.
En 1983 el presidente Roberto Suazo Córdova, por problemas de salud, se vio forzado a dejar la presidencia por más de diez días. Debido a ello, la influencia de Álvarez Martínez en el país aumentó. Pero esto no fue bien visto por otros jóvenes oficiales miembros de la cúpula militar.
Fue por ello que en marzo de 1984 éstos forzaron a Álvarez a dejar el mando de las Fuerzas Armadas. En su lugar, el presidente Suazo nombró al general Walter López Reyes como nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Honduras. Posteriormente Estados Unidos remarcó al nuevo comandante la necesidad de seguir con el apoyo a los ‘contras’ nicaragüenses. López Reyes accedió solamente después de que el Gobierno de Washington le asegurara el envío de más ayuda económica y asistencia militar.
Finalmente las operaciones en contra del Gobierno de Managua por parte de los Gobiernos de los Estados Unidos y Honduras, continuaron más allá de la presidencia del doctor Roberto Suazo Córdova. Esto dejó por siempre la impresión de que Suazo Córdova nunca gobernó Honduras.