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viernes, 17 de abril de 2020

Arvydas Sabonis

(Kaunas, 1964) Baloncestista lituano. Llamada cariñosamente El gigante del Este, por sus 2,20 metros de altura y sus 117 kilos de peso, ocupa un lugar prominente entre los jugadores formados en el baloncesto soviético. Participó en tres citas olímpicas con dos selecciones, la Unión Soviética y Lituania, y en todas ellas subió al podio.

Arvydas Sabonis
Su actividad profesional comenzó en 1982, con su debut con la selección absoluta de la URSS, en Colombia, que se proclamó campeona del Mundo en ese torneo. En 1983 consiguió ser campeón del Mundo júnior y al año siguiente conquistó con su equipo, el Zhalguiris Kaunas, la Copa de Europa, con el que ganó, además, tres Ligas de la Unión Soviética y una Copa Intercontinental. En 1984 se proclamó subcampeón de la Recopa y logró el título de campeón de Europa con su selección en Stuttgart (Alemania).
La brillante trayectoria del joven Sabonis en la década de los 80 llamó la atención a la Liga profesional americana, la NBA, que empezó a seguir sus pasos de cerca. Por fin, ese mismo año 1986, el Portland Trail Blazers le seleccionó para jugar en la NBA.
Sin embargo, su brillante carrera se vio truncada en 1987 por una grave lesión en el tendón de Aquiles, lo que condicionó inevitablemente su carrera. Para compensar esta dolencia y sus sucesivas secuelas, Sabonis desarrolló al máximo su inteligencia sobre la pista. Tras permanecer alejado de las canchas durante algunos meses volvió a jugar con su equipo y con la selección soviética. En 1988 se proclamó con la URSS campeón olímpico en los Juegos de Seúl.
Los cambios políticos en su país propiciaron, un año más tarde, su pase al baloncesto español, mientras sus problemas físicos se agudizaban partido tras partido. El Fórum Valladolid apostó por él y la operación no pudo ser más rentable. En su primera temporada (1989-1990) con el equipo vallisoletano, Sabonis consiguió el mejor promedio de rebotes defensivos y ser el máximo taponador de la Liga ACB. Durante la temporada 1990-1991 logró que el Fórum terminara séptimo en la Liga y que se clasificara para la Copa Korac.
Después de tres años en el equipo del Pisuerga, el Real Madrid le reclamó con la intención de acabar con la hegemonía del Barcelona en el deporte de la canasta. Pese a que los problemas físicos seguían manifestándose, Sabonis cumplió con su cometido y dio todo lo que se esperaba de él. Un mes antes de debutar en su nuevo club volvió a acudir a unas Olimpiadas, las de Barcelona 92, esta vez con la selección de Lituania, que conquistó la medalla de bronce tras caer en semifinales frente al «dream team» de Michael JordanMagic Johnson y Larry Bird.
Con el equipo madrileño permaneció tres temporadas en las que ganó dos veces la Liga (1993 y 1994), una Copa del Rey (1993) y una Copa de Europa, además de ser nombrado mejor jugador de Europa en 1995. Con 30 años cumplidos, los Trail Blazers volvieron a llamar a la puerta y acabó estampando su firma en el equipo de Portland (Oregón, EE.UU) el 30 de septiembre de 1995, ya que, según sus propias palabras, no le quedaba "nada por hacer en el baloncesto europeo". En 1995 fue elegido como integrante del equipo ideal de los rookies de la NBA.
En 1996 acudió a su tercera cita olímpica con el equipo lituano en Atlanta 96, donde consiguió su segunda medalla de bronce en unas Olimpiadas. Además de las medallas olímpicas (una de oro y dos de bronce) conquistó numerosos triunfos en otras competiciones internacionales, como el oro en el Mundial de Colombia de 1982, la medalla de plata en el Mundial de España de 1986, la de oro en los de Stuttgart de 1985, la de plata en el Europeo de Atenas de 1995 con la selección lituana, dos medallas de bronce en los Europeos de Nantes de 1983 y los de Zagreb de 1989, entre otras muchas.
En el verano de 2002 y con 37 años cumplidos, el pívot lituano fichó de nuevo por el Trail Blazers de Portland por una temporada. Un año después regresó al Zalgiris Kaunas, el club de toda su vida, no sólo como jugador sino también como accionista.

Fernando Martín

(Fernando Martín Espina; Madrid, 1962 - id., 1989) Jugador de baloncesto español. Pívot de gran envergadura y calidad técnica, inició su trayectoria en el baloncesto profesional en el equipo del Estudiantes, del que pasó al Real Madrid en 1981. Con el Real Madrid ganó cuatro campeonatos de Liga (1982, 1984, 1985 y 1986), dos copas del Rey (1985 y 1986) y una recopa de Europa (1984).

Fernando Martín
Fue el primer jugador español que participó en la liga profesional estadounidense al ingresar en los Trail Blazers de Portland, equipo con el que jugó durante la temporada 1986-1987. En 1987 volvió al Real Madrid, en el que jugó hasta el momento de su muerte, ocasionada en un accidente de tráfico.
Bajo la dirección del técnico Antonio Díaz Miguel defendió en numerosas ocasiones los colores de la selección española de baloncesto, con la que conquistó un subcampeonato europeo (Nantes, 1983) y consiguió la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (1984). Gracias a su altura (2,04 metros) y a sus especiales condiciones físicas y técnicas, podía alternar los puestos de pívot y alero con efectividad.

Epi

(Apodo de Antonio San Epifanio; Zaragoza, 1959) Baloncestista español. Hermano de otros dos jugadores, de los que el más famoso fue Herminio, comenzó a practicar el baloncesto en su colegio de Santo Tomás, cuando ya medía 1,82, lo que era su mejor arma entonces. Como meta, seguir los pasos de sus hermanos era lo que más le impulsaba a practicar el baloncesto. Pronto se vio comprometido en competiciones. A los doce años entró en el club Helios de Zaragoza, a cuyo equipo juvenil también perteneció.

Epi
En 1977 fue contratado por el Barcelona y jugó en los equipos juvenil y junior, y se incorporó al equipo senior barcelonista en 1977. En 1979 debutó como internacional frente a Cuba en partido disputado en Móstoles. En 1987 renovó contrato por el Barcelona hasta 1991. Ganó siete Campeonatos de Liga, diez Copas del Rey y tres Ligas de Cataluña. También tiene dos Recopas de Europa, de 1985 y 1986 y una copa Korac, de 1987. Fue tres veces finalista de la Liga de Copa de Europa de clubes, en los años 1984, 1990 y 1991, medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Moscú, en 1980.
Medalla de plata en los Ángeles de 1984, completó su periplo en los Juegos olímpicos con su presencia en Seúl en 1988 y sobre todo en Barcelona 92, donde sólo pudieron quedar en quinta posición final. Particularmente para él fue el honor de ser elegido último relevista en portar la Antorcha hasta el estadio olímpico en los Juegos Olímpicos de Barcelona. En 1990 fue elegido mejor jugador europeo de la década de los ochenta por el diario deportivo francés L'Equipe. Aparte de este homenaje fue elegido Gran Maestre del baloncesto español en un acto celebrado en Málaga, en noviembre de 1993.
En el momento de su retirada del baloncesto acumulaba 3.330 puntos anotados con la selección nacional, récord absoluto. Su récord personal de puntuación lo logró en 1987, en Reggio Calabria, al anotar 41 puntos frente a la selección de Italia. En cuanto a su anotación en la liga ACB, es uno de los pocos que superaron los 6.000 puntos, cifra que alcanzó el 16 de febrero de 1992.
En el Palau Blaugrana se retiró del baloncesto como jugador, después de defender un tanto simbólicamente la camiseta azulgrana en el quinto y decisivo encuentro por el título de Campeón de liga 1995, frente al Unicaja, el 21 de mayo de 1995. Ponía así fin a 21 años de carrera profesional en el baloncesto. Su familia estuvo presente en el acto y el presidente, José Luis Núñez, no descartó que pudiera seguir vinculado al club.
Pocas fechas antes de concluir el año 1995, el 26 de diciembre, recibió un gran homenaje en Barcelona: el enfrentamiento del Barcelona y una selección europea. Al final, Epi recibió la medalla al Mérito olímpico que le concedió la Federación Internacional de Baloncesto. En 1996, apenas un mes después de su homenaje, Epi mostró su deseo de seguir siendo útil a la sociedad y por ello suscribió un compromiso con Aldeas Infantiles SOS. Con ello puso en marcha un programa, con el baloncesto como eje central, destinado a recaudar fondos para los niños acogidos por esta institución.

Hakeem Olajuwon

(Lagos, Nigeria, 1963) Baloncestista estadounidense de origen nigeriano, también conocido como Hakeem the dream (el sueño). De niño prefirió jugar al fútbol y al balonmano, de modo que no empezó a practicar el baloncesto hasta la adolescencia. Enseguida destacó en este deporte y fue convocado por la selección de su país. Ingresó en la Universidad de Houston (Estados Unidos) en 1989.

Hakeem Olajuwon
Fue seleccionado por los Houston Rockets en la primera ronda del draft de la NBA (National Basketball Association) en 1984 y empezó a cosechar triunfos y galardones: fue el máximo reboteador de la NBA en 1989 y 1990, el jugador que logró más tapones en 1990 y 1992, y resultó elegido mejor defensa del año de la NBA en 1993 y 1994. Consiguió con su equipo dos títulos de la NBA en 1994 y en 1995, años en los que fue también nombrado el jugador más valioso de las finales del campeonato.
Con la selección de Estados Unidos (desde 1993 tenía la nacionalidad estadounidense) ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atlanta de 1996. A lo largo de ese año 1996 y el siguiente, Hakeem sufrió dos crisis cardíacas, una de ellas después de beber agua fría en el descanso de un partido. Los médicos le diagnosticaron fibrilación atrial, una enfermedad común entre los deportistas, que acelera el corazón hasta las 400 pulsaciones por minuto.
Hakeem Olajuwon es miembro de una de las familias más ricas de su país, habla a la perfección inglés, francés y cuatro idiomas propios de Nigeria. Entre sus cualidades como jugador destaca su gran versatilidad y unos reflejos impropios de una persona de su altura (2,10 m).

Michael Jordan

(Michael Jeffrey Jordan; Nueva York, 1963) Jugador de baloncesto norteamericano considerado el mejor de la historia de este deporte. Ciertamente, desde que a finales del siglo XIX un profesor de gimnasia estadounidense inventó el baloncesto hasta la década de 1980, nunca se vio un prodigio comparable al de este legendario baloncestista. Con sus 1,98 metros de altura, Michael Jordan fue un tenaz defensor, un excelente anotador y un pasador rápido e imaginativo; pero mucho más llamativa era aún su extraordinaria habilidad para saltar y las acrobáticas maniobras que utilizaba para esquivar la defensa rival y llegar a la canasta. Parecía capaz de permanecer por unos instantes suspendido en el aire; tal facultad o «don del cielo» -nunca mejor dicho- le valió el sobrenombre de Air Jordan.

Michael Jordan
Aunque nacido en el barrio neoyorquino de Brooklyn, la infancia de Michael Jordan transcurrió en la localidad de Wilmington, en el estado de Carolina del Norte, a la que se había trasladado con su familia. Aficionado desde pequeño al baloncesto, empezó a despuntar siendo todavía un adolescente; a los trece años, su padre hizo construir una pista de baloncesto en el patio trasero de su casa, donde empezó a ser la admiración del barrio y de los vecinos que se reunían las tardes del fin de semana para jugar al básquet y hacer barbacoas.
Era imposible que un talento como el suyo se malograse en un país como los Estados Unidos, la primera potencia incontestada en el segundo deporte más popular del mundo después del fútbol. Parte de tal hegemonía procede de la óptima organización del baloncesto universitario y profesional. La Asociación Nacional de Baloncesto, conocida universalmente por las siglas NBA, nació en 1949 de la fusión de otras dos ligas profesionales ya existentes: la Asociación de Baloncesto Americana (BAA) y la Liga Nacional de Baloncesto (NBL).
La liga de la NBA se disputa en dos ámbitos o conferencias, Este y Oeste, divididas, a su vez, en cuatro divisiones: Atlantic y Central por la primera y Midwest y Pacific por la segunda. Cada equipo constituye una franquicia ligada a una ciudad, aunque la franquicia puede cambiar de sede. Ahora bien, para favorecer la igualdad de la competición, la NBA introdujo el sistema de drafts, mediante el cual los equipos peor clasificados de cada división tenían la facultad de elegir en primer lugar los jugadores más prometedores procedentes de la potente liga universitaria, la NCAA. En poco tiempo, el nivel alcanzado por los equipos profesionales estadounidenses llegó a ser tan elevado que la superioridad de la NBA sobre cualquier otra liga nacional sería abrumadora.
Como tantos otros jugadores de la NBA, Michael Jordan dio sus primeros pasos en la liga universitaria. En 1981 ingresó en el equipo de la Universidad de Carolina del Norte, y dos años después era ya elegido mejor jugador de la temporada universitaria, distinción que recibió de nuevo en 1984. En el verano de 1984, cuando Michael Jordan ya era conocido en Estados Unidos con el apodo de «he can do it all» («puede hacerlo todo»), formó parte de una de las mejores selecciones norteamericanas de baloncesto que, bajo la dirección del rígido Bobby Knight (entrenador de la Universidad de Indiana), se alzó con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles (1984), tras batir en la final a la selección de España. El quinteto estadounidense (Leon Wood, Michael Jordan, Sam Perkins, Wayman Tisdale y Patrick Ewing) arrolló a todos sus rivales, con lo que el talento de Jordan comenzó a brillar en todo el mundo.

Air Jordan en acción (semifinales de la Conferencia Este, 1991)
El mismo año de su triunfo en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles inició su carrera en el baloncesto profesional: fue elegido en el draft de la NBA por los Chicago Bulls, equipo en el que permanecería a lo largo de casi toda su carrera deportiva y con el que ganó seis campeonatos de la NBA (1991-1993 y 1996-1998). Máximo encestador en diez temporadas, obtuvo un promedio de 32 puntos por partido, récord absoluto de la NBA, y fue elegido mejor jugador en 1988, 1991, 1992, 1996 y 1998.
Michael Jordan acudió a su segunda cita olímpica en Barcelona 92, los primeros juegos en los que, por un cambio en la normativa, se permitió participar a los profesionales. La selección de Estados Unidos, que sería llamada el «Dream Team» («equipo de ensueño»), contó con los mejores jugadores del momento: Magic JohnsonLarry BirdHakeem Olajuwon o Charles Barkley, además de Michael Jordan. El resultado fue el previsible: el «Dream Team» se adjudicó el oro con aplastante superioridad y se convirtió además en una de las máximas atracciones de los Juegos.
En octubre de 1993, tras el asesinato de su padre, abandonó la competición, pero regresó a la NBA en marzo de 1995 y se convirtió nuevamente en la estrella de los Chicago Bulls. Cuando regresó, la NBA no le permitió usar el número 23, que había sido retirado de los Chicago Bulls. Pero poco después el supersticioso Jordan lo solicitó como un favor especial, y los responsables del torneo le permitieron jugar con el mítico dorsal. Otra de las numerosas manías de este extraordinario baloncestista era llevar, debajo de la indumentaria de los Bulls, algunas prendas de la Universidad de Carolina del Norte, por haber logrado allí sus primeros éxitos.
Su segunda etapa fue tan triunfante como la primera: Michael Jordan logró para su equipo tres nuevos campeonatos de la NBA (1996-1998), y su imagen acabó por desbordar las pistas. En 1997 protagonizó la película mezcla de animación e imágenes reales Space Jam (con Bugs Bunny como compañero de reparto), que se convirtió en un gran éxito de taquilla, y anunció la creación de una empresa de prendas deportivas que lleva su nombre. Si dentro de la cancha destacó por su espectacularidad, elegancia e inteligencia, fuera de ella fue siempre admirado por su sencillez y honestidad. A principios de 1999 anunció su retiro del deporte activo, pero todavía volvió a la máxima competición con los Washington Wizards, y siguió añadiendo récords a sus impresionantes estadísticas entre octubre de 2001 y abril de 2003, fecha de su definitiva retirada.

Wilt Chamberlain

(Llamado Wilt the Stilt -el Zancos-; Filadelfia, 1936 - Los Ángeles, 1999) Jugador de baloncesto estadounidense recordado como una de las grandes leyendas de la NBA, equiparable en sus logros a figuras como Abdul-Jabbar, Magic Johnson o Michael Jordan.

Wilt Chamberlain
Wilt Chamberlain tuvo que recorrer innumerables colegios y universidades antes de conseguir que lo aceptara el equipo de baloncesto de la Overbrook High School de Filadelfia. Su juego ofensivo era tan brillante y eficaz que fue muy codiciado por las diferentes universidades. Jugó dos años en la Universidad de Kansas y al año siguiente entrenó con el equipo de los Harlem Globetrotters, tras lo cual inició su andadura en la NBA como jugador de los Warriors de Filadelfia.
De 1965 a 1968 formó parte del equipo Philadephia 76ers, y acabó su carrera en Los Angeles Lakers. Durante los catorce años que permaneció en la NBA consiguió 31.419 puntos, es decir, un promedio de 30,1 puntos por partido, y llegó a sumar hasta cien puntos en un solo encuentro. Sus increíbles registros anotadores le valieron ser considerado, por muchos entendidos, uno de los mejores jugadores ofensivos de la historia del baloncesto.
No falta quien afirme que la organización de la NBA llegó a establecer nuevos reglamentos que, en la práctica, suponían una restricción de sus habilidades como anotador, de manera que su simple presencia no desequilibrara excesivamente el nivel de juego. Pocos atletas han conseguido alcanzar las cotas que Chamberlain demostró a lo largo de su carrera como jugador de baloncesto. Su récord estuvo vigente hasta 1984, en que fue batido por el también mítico Kareem Abdul-Jabbar.

Larry Bird

(West Baden, 1956) Jugador de baloncesto estadounidense. Especializado en el lanzamiento de tres puntos y extraordinario reboteador y pasador, ha sido considerado uno de los mejores jugadores de raza blanca del básquet profesional y uno de los mejores aleros de la historia. Con el equipo del Boston Celtics ganó tres ligas de la NBA (1981, 1984 y 1986). En 1992 formó parte del Dream Team que obtuvo la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona. Retirado de la competición ese mismo año, siguió vinculado a este deporte como entrenador.

Larry Bird
Larry Bird comenzó a practicar el baloncesto en 1968, cuando ingresó en la High School de Spring Valley, y sus precoces aptitudes le hicieron pronto despuntar primero en el básquet júnior y luego en el universitario: con el Indiana State llegó a ser finalista de la liga universitaria y fue nominado en tres ocasiones mejor jugador del torneo. Aunque no podría jugar en la NBA hasta un año después por razones de estudios y de edad, en 1978 fue contratado por el Celtics de Boston, si bien ese año siguió con el Indiana State.
Su contrato como profesional se materializó el 8 de junio de 1979 con 3,25 millones de dólares por cinco temporadas. En su primera temporada en la NBA se ganó el título de mejor jugador debutante (rookie), fue incluido en el quinteto ideal del campeonato y seleccionado para el partido All Star. En su segundo año como profesional consiguió con los Celtics su primer anillo de la NBA, teniendo como entrenador a Bill Fitch. En años sucesivos, y con K. C. Jones en el banquillo, los Celtics se proclamaron campeones de la NBA en las temporadas 1983-84 y 1985-86, y subcampeones en 1984-85 y 1986-87.
Larry Bird fue designado jugador más valioso (MVP) de la NBA en tres ocasiones: 1984, 1985 y 1986; en 1982 fue designado mejor jugador del All Star, y mejor encestador de tiros libres en 1984, 1986 y 1987. Tercer máximo encestador en la liga 87-88 con una media de 29,9 puntos por partido, ganó las tres primeras ediciones del concurso de triples de la NBA (1986, 1987 y 1988). En octubre de 1988 Bird firmó con su equipo un contrato para continuar dos años más. Justo un mes después, el 19 de noviembre de 1988, Bird fue operado de los dos talones de Aquiles, lo que lo mantuvo apartado de la competición durante casi toda la liga.
Desde entonces las lesiones le causaron numerosos problemas, perjudicando su rendimiento; en ocasiones, cuando parecía recuperar su mejor forma, una recaída lo obligaba a abandonar de nuevo las pistas. El 29 de julio de 1989, durante un entrenamiento, sufrió una rotura fibrilar en la espalda; volvió a lesionarse el 5 de enero de 1990, en partido de competición. En junio de ese año fue operado de su lesión congénita de la espalda, permitiendo un espacio mayor al nervio que causaba los dolores. Con todo, siguió batiendo récords: en diciembre de 1990 se convirtió en el decimoquinto jugador de la historia de la NBA que superaba los 20.000 puntos.
Su último gran triunfo fue la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992. Junto a nombres también míticos como los de Magic Johnson y Michael Jordan, formó parte del Dream Team estadounidense que arrolló a todos sus competidores hasta llegar a la final, en la que se impuso a la selección de Croacia por 117 a 85. El 18 de agosto de 1992 anunció su retirada definitiva del baloncesto profesional. En la conferencia de prensa que ofreció a los medios de comunicación explicó que se había visto obligado a tomar esta decisión por sus dolores de espalda, que le impedían rendir al máximo en la competición.
Con su adiós se cerraba una de las etapas más brillantes de la NBA; junto a otras figuras del Dream Team, Larry Bird había contribuido grandemente a la popularización del baloncesto profesional norteamericano. En su nueva etapa como entrenador, que inició en 1997 al frente de los Pacers de Indiana, cosechó también merecidos éxitos. En 1998 fue declarado mejor entrenador del año, y en la temporada 1999-2000 los Pacers fueron subcampeones de la NBA.

El baloncesto

También llamado «básquet» o «básquetbol», términos que adaptan fonéticamente el original inglés basketball, el baloncesto es actualmente el deporte más popular del mundo después del fútbol. A lo largo de su historia, el constante refinamiento y evolución del reglamento ha potenciado su exigencia y competitividad hasta convertir las retransmisiones televisadas en un espectáculo trepidante en el que brillan el dibujo vertiginoso de las tácticas y el virtuosismo y la pasión de los profesionales.
Pero el baloncesto no cuenta sólo con infinidad de seguidores «de sofá»; atraídos por un deporte indudablemente ubicado en las antípodas del aburrimiento, es igualmente practicado por otros tantos millones de escolares y aficionados, a nivel amateur o como mero entretenimiento.

Historia del baloncesto

El juego de pelota practicado en la cultura maya es uno de los antecedentes de este deporte. Los antiguos mayas construyeron incluso instalaciones especiales para su práctica, que consistían básicamente en una pista entre dos muros laterales en los que se colocaba un aro de piedra; por tales aros, presumiblemente, debía hacerse pasar una bola elástica en forma de pelota. Los orígenes del baloncesto moderno, sin embargo, se sitúan en tiempos mucho más recientes.
La historia de su creación no deja de ser curiosa. En la primavera de 1891, un profesor de educación física canadiense llamado James Naismith, que impartía clases en el Springfield College de Massachusetts, asumió el reto de concebir un deporte que se pudiera practicar durante los largos meses de invierno en las reducidas dimensiones del gimnasio de la institución. Tras varios meses de consideraciones, una mañana se presentó ante sus alumnos con un par de cestas de melocotones vacías y una pelota de fútbol; adosó las cajas a las paredes y una serie de jugadores, nueve por equipo, se afanaron por introducir el balón en la cesta.

James Naismith, creador del baloncesto
Aquel partido, el primero de la historia del baloncesto, acabó con el resultado de 1-0; la única canasta fue lograda, al parecer, por un tal William R. Chase. Entusiasmados con aquella nueva diversión, los estudiantes del Springfield College hicieron correr la voz y, a las pocas semanas, numerosas asociaciones solicitaban una copia de las reglas, publicadas por primera vez de modo oficial en 1892. Desde entonces hasta nuestros días el baloncesto ha experimentado una constante evolución; del reglamento inicial sólo se conserva la altura de las canastas, que fue y sigue siendo de 3,05 metros.
Los soldados norteamericanos desplazados a Europa durante la Primera Guerra Mundial difundieron el baloncesto en el viejo continente, donde comenzó a desarrollarse hasta convertirse en uno de los deportes más importantes, aunque sin alcanzar la inmensa popularidad de que ya gozaba en Estados Unidos. En 1932 se creó la Federación Internacional de Baloncesto Amateur (FIBA). En las Olimpiadas de Berlín (1936), el baloncesto se convirtió oficialmente en disciplina olímpica (ya en 1904 había sido deporte de exhibición en los Juegos de Saint Louis). Todo este proceso fue acompañado de la celebración de numerosas competiciones internacionales y de una progresiva profesionalización. Tras la Segunda Guerra Mundial, la difusión del baloncesto prosiguió hasta alcanzar prácticamente todos los rincones del planeta.

La NBA estadounidense

La Asociación Nacional de Baloncesto, conocida universalmente por las siglas NBA, nació en 1949 de la fusión de otras dos ligas profesionales ya existentes: la Asociación de Baloncesto Americana (BAA) y la Liga Nacional de Baloncesto (NBL). Los equipos de la NBA se agrupan y compiten en dos conferencias, Este y Oeste, organizadas a su vez en dos divisiones: la Atlántica y la Central en la Conferencia Este y la del Medio Oeste y el Pacífico en la Conferencia Oeste. Cada equipo es una franquicia asociada a una ciudad; sin embargo, la franquicia puede optar por cambiar su sede.
Para evitar la formación de equipos poderosos que monopolizasen los títulos y favorecer la igualdad de la competición, la NBA introdujo un reequilibrante sistema de draft (selección): a los equipos peor clasificados de las respectivas divisiones se les concedió el derecho a elegir, al principio de cada temporada, a los jugadores más prometedores procedentes de la potente liga universitaria, la NCAA. En tan competitivo contexto, el nivel de juego exhibido por los equipos estadounidenses pronto llegó a ser tan elevado que la superioridad de la NBA sobre las restantes ligas nacionales se hizo abrumadora.
Entre los equipos más importantes de la liga estadounidense cabe citar en primer lugar a los Boston Celtics, que entre 1957 y 1969 se adjudicaron un total de once títulos, nueve de ellos de forma consecutiva. Las estrellas de aquel legendario equipo fueron, entre otras, Joe Havlicek, Bob Cousy y el pívot Bil Russell. Los Celtics volvieron a vivir una época gloriosa durante la década de los ochenta, bajo el liderazgo de Larry Bird y Bill Walton.

El estadounidense Michael Jordan es considerado el mejor jugador de la historia
El otro equipo legendario por excelencia es los Lakers, que hasta 1963 estuvo radicado en Minneapolis; la franquicia consiguió un total de cinco títulos en los tiempos del pívot George Mikan. Tras su traslado a Los Ángeles, los Lakers siguieron siendo un conjunto puntero que contó con estrellas de la talla de Jerry West, Wilt ChamberlainKareem Abdul-Jabbar o Magic Johnson. Sus duelos con los Celtics en la década de los ochenta marcaron una nueva edad de oro de la NBA.
Otras franquicias de gran tradición ganadora han sido los New York Knicks, los Philadelphia 76ers (particularmente durante la época del gran Julius Erving), los Seattle Supersonics, los Detroit Pistons o los Houston Rockets. En la década de los noventa, los grandes dominadores de la competición fueron los Bulls de Chicago, que se adjudicaron un total de siete títulos de la mano de Michael Jordan, considerado el mejor jugador de la historia.
La NBA es independiente (no está adscrita a la FIBA) y sus reglas de juego son diferentes en algunos aspectos. Cada partido es un espectáculo perfectamente organizado en el que el aspecto deportivo no es lo único importante: hay orquestas, animadoras, shows, publicidad, televisión y un público que llena las canchas atraído por las extraordinarias figuras, que disfrutan de contratos multimillonarios. No hay aficionado que no siga los compases de la que es indiscutiblemente la más potente liga del planeta.

El baloncesto en los Juegos olímpicos

El dominio estadounidense en las competiciones olímpicas de baloncesto ha sido abrumador. Desde que el baloncesto debutó como disciplina olímpica en 1936, los norteamericanos han obtenido la medalla de oro en casi todas las ediciones de los Juegos; las contadas excepciones fueron Munich 1972, Moscú 1980, Seúl 1988 y Atenas 2004.

La final olímpica de Londres (2012) enfrentó a Estados Unidos y España
La final de los Juegos de Munich es la más controvertida de la historia: el pivote ruso Alexander Belov consiguió la canasta de la victoria a falta de apenas tres segundos para el final del partido, lo que provocó las airadas protestas de la delegación americana. La URSS se impuso nuevamente en Moscú 1980, aunque el boicot de Estados Unidos había devaluado el torneo. En Seúl 1988, una selección de los mejores jugadores universitarios estadounidenses fue incapaz de imponerse al pujante baloncesto europeo: el equipo de Yugoslavia se alzó con una merecida victoria.
En los Juegos de Barcelona (1992), el baloncesto olímpico adquirió una nueva dimensión con la primera participación de los profesionales estadounidenses; antes de esta fecha, sólo los jugadores amateurs podían formar parte del combinado nacional. La selección de Estados Unidos (el Dream Team o «equipo de ensueño», como fue bautizado) quedó integrada por los mejores jugadores del momento (entre ellos, Magic Johnson, Larry Bird, Michael Jordan, Hakeem Olajuwon y Charles Barkley) y se adjudicó el oro con aplastante superioridad. Atlanta 1996 tuvo su propio Dream Team II, formado por muchas de las estrellas de la anterior edición.

El Campeonato Mundial de Baloncesto

Instituido en 1950 por la Federación Internacional de Baloncesto Amateur (FIBA), el Campeonato Mundial de Baloncesto congrega cada cuatro años a las selecciones nacionales que previamente han superado la fase de clasificación. El número de países participantes ha ido variando; las tres últimas ediciones reunieron a un total de veinticuatro equipos procedentes de las cinco federaciones continentales de la FIBA. Tras una liguilla por grupos, los mejor clasificados pasan a una segunda fase que se decide por el sistema de eliminatoria directa. Estados Unidos, Yugoslavia y la Unión Soviética integran el podio de las naciones con más títulos mundiales.
AñoSede
Campeón
1950Argentina
Argentina
1954Brasil
Estados Unidos
1959Chile
Brasil
1963Brasil
Brasil
1967Uruguay
URSS
1970Yugoslavia
Yugoslavia
1974Puerto Rico
URSS
1978Filipinas
Yugoslavia
1982Colombia
URSS
1986España
Estados Unidos
1990Argentina
Yugoslavia
1994Canadá
Estados Unidos
1998Grecia
Yugoslavia
2002Estados Unidos
Yugoslavia
2006Japón
España
2010Turquía
Estados Unidos
2014España
Estados Unidos

El baloncesto en Europa

El baloncesto europeo ha ido siempre a remolque del norteamericano desde todos los puntos de vista: técnica, táctica y organizativamente. Las ligas nacionales tradicionalmente más fuertes han sido la italiana y la española, aunque la liga griega alcanzó notable pujanza en la década de los 90. La competición de clubes más antigua a nivel europeo fue la Copa de Europa, disputada por primera vez en 1957, que condujo a la actual Euroliga tras diversas reformas y cambios de nombre. Los equipos que más veces se la han adjudicado han sido el Real Madrid (en nueve ocasiones) y el Panathinaikos (seis títulos). Entre las grandes figuras individuales cabe citar a los italianos Dino Meneghin y Antonello Riva, a los españoles Antonio San Epifanio y Fernando Martín, los yugoslavos Ranko Ceravica, Drazen Petrovic y Toni Kukoc, el ruso Serguei Belov y el lituano Arvydas Sabonis. En los últimos años, un nuevo hándicap ha lastrado el baloncesto europeo: el sueño de sus más talentosas figuras es desarrollar su carrera en la NBA. Es el caso, entre otros muchos, del español Pau Gasol.

Reglas del baloncesto

El baloncesto se juega entre dos equipos formados por cinco jugadores cada uno; el objetivo es introducir el balón en la canasta del adversario tantas veces como sea posible y superar al equipo contrario en el cómputo final de los puntos que se conceden por cada canasta.
Desde los tiempos de James Naismith, el reglamento del básquet ha sufrido infinidad de modificaciones cuya finalidad ha sido, en muchas ocasiones, potenciar su rapidez y espectacularidad; a ello apuntan algunas de las normas actuales, como las limitaciones de tiempo que impiden a jugadores y equipos retener el balón o demorar el ataque. El reglamento a nivel europeo ha evolucionado en busca de un juego más técnico, a diferencia del de Estados Unidos, donde prima el espectáculo y se desarrolla un juego mucho más permisivo, con mayor contacto físico entre los jugadores. Ciertamente, como espectáculo televisado, el baloncesto impresiona por su ritmo trepidante, su extrema competitividad y las extraordinarias facultades físicas y técnicas de los profesionales.

La pista

La pista de baloncesto es un rectángulo en cuyas medidas se producen ligeras oscilaciones según las distintas reglamentaciones y países: entre 22 y 29 metros de largo y entre 12 y 16 de ancho. El suelo generalmente es de parquet en las canchas cubiertas, y de pavimento duro en las demás pistas polideportivas. En recintos cerrados, el techo debe estar a una altura mínima de 7 metros. La pista está delimitada por diferentes líneas que determinan espacios específicos: la botella o zona de tres segundos; la zona de triples, a 6,25 metros de la canasta; la línea de tiros libres, que dista del fondo de la pista 5,80 metros; la línea central, que separa los campos; y la zona de salto entre dos, dentro de los dos círculos centrales.

Pista de baloncesto
En cada extremo, y adelantado 1,20 metros en el interior de la pista, se sitúa el tablero con el aro. El tablero es de material sintético, rígido y transparente, y suele medir 1,80 de ancho por 1,05 o 1,20 de alto. El aro o canasta se halla a una altura de 3,05 metros y tiene un diámetro interior de 45 centímetros; a su parte inferior se ajusta una red que facilita la visualización del enceste. El aro está sujeto al tablero de forma flexible para evitar posibles roturas, aunque muchas veces, ante mates espectaculares, esta flexibilidad no es suficiente y se producen aparatosas roturas de tableros. Los balones homologados son de material sintético y, en su diseño más reciente, de color anaranjado con franjas amarillas. Su circunferencia mide de 75 a 78 centímetros y su peso debe oscilar entre los 567 y los 650 gramos.

El partido

Un encuentro de baloncesto se divide en cuatro partes de diez minutos (doce minutos en la NBA). En caso de empate se disputa una prórroga de cinco minutos. Tales periodos son de juego efectivo; si, por ejemplo, el balón sale de la pista, el cronómetro se detiene hasta que vuelve a ponerse en juego. Dos árbitros (o tres, según las diferentes ligas) son los encargados de supervisar el cumplimiento de las reglas y sancionar las conductas antideportivas. Uno de ellos es el principal y, en caso de disparidad de criterios entre los árbitros, prevalece su opinión. Junto a la pista, los anotadores y cronometradores de la mesa de control llevan la cuenta del número de faltas de los jugadores y controlan las sustituciones y el tiempo.
Debido a la gran variedad de alternativas técnicas que se plantean durante un partido y al propio dinamismo del juego, los entrenadores de cada equipo tienen derecho a solicitar dos pausas («tiempo muerto») de un minuto. Durante los tiempos muertos el entrenador y los jugadores planean las estrategias a adoptar a la vista del desarrollo del partido. El árbitro está obligado a conceder el tiempo muerto después de la siguiente canasta.

Tablero y cesta de baloncesto
Cada equipo puede inscribir un máximo de doce jugadores en un partido, de los cuales cinco estarán en pista. Las sustituciones se producen cuando el juego está detenido. Gana el partido el equipo que suma mayor número no de canastas sino de puntos, pues los encestes tienen distinto valor según la circunstancia. Los tiros libres con que se sancionan las faltas personales otorgan un punto; los encestes efectuados en juego dentro del semicírculo de los 6,25 metros valen dos puntos, y los lanzamientos desde más allá de la línea de los 6,25 metros se premian con tres puntos.

El balón y los jugadores

El partido se inicia con un salto de dos jugadores rivales en el centro de la cancha para disputar la primera posesión del balón. El contacto con el balón se realiza siempre con las manos, ya sea para pasarlo a un compañero o para lanzarlo a la canasta. Los jugadores no puede avanzar reteniendo el balón en las manos; deben hacerlo botar en el suelo, pues de lo contrario se incurre en pasos, infracción por la que un jugador, y por tanto su equipo, pierde la posesión del balón. Se cometen pasos cuando se dan tres pasos sin botar el balón, y dobles cuando después de botar y coger el balón se vuelve a botar, en lugar de pasarlo o lanzarlo. Siempre que un equipo logra una canasta, el conjunto contrario pone la pelota en juego sacando desde la línea de fondo. Cuando el balón es enviado fuera por un jugador, el equipo rival recupera la posesión y realiza el saque desde el lugar por donde ha salido la pelota.
Una serie de normas temporales intensifican endiabladamente el ritmo de juego e impiden que los equipos con ventaja en el marcador se limiten a pasarse la pelota a la espera del final del partido. La regla de los 24 segundos establece que, tras conseguir la posesión de la pelota, el equipo tiene un margen de veinticuatro segundos para lanzar a canasta. La regla de los 10 segundos obliga al equipo con el balón a sobrepasar la línea central para atacar la canasta contraria antes de diez segundos. Por la regla de los 5 segundos, cualquier jugador tiene cinco segundos para poner el balón en juego tras recibirlo del árbitro o de un compañero. La regla de los 3 segundos, por último, prohíbe permanecer más de tres segundos en la zona restringida o botella del equipo contrario.

Faltas y sanciones

Existen dos tipos de faltas, la personal y la técnica. La falta personal se señala cuando un jugador contacta con el contrario interfiriendo su juego. Puede ser en defensa o en ataque, y se sanciona con un servicio de banda o con tiros libres. Si la falta se produce en el momento de efectuar un lanzamiento a canasta, se castiga con dos tiros libres y la cesión del balón al equipo contrario.

Vince Carter en pleno vuelo antes de un mate (NBA, temporada 1999-2000)
La acumulación de cinco faltas personales (seis en la NBA) implica la expulsión del infractor, que es sustituido por alguno de los jugadores del banquillo. Las faltas técnicas penalizan las protestas, discusiones o conductas antideportivas; se sancionan con una falta personal y dos tiros libres. Otras infracciones son los citados pasos y el campo atrás, es decir, el retorno a campo propio del balón una vez traspasada la línea central.

Fundamentos tácticos y sistemas de juego

Al igual que sucede en casi todos los deportes colectivos, las necesidades técnicas y estratégicas del baloncesto han llevado a la especialización de los jugadores en determinadas funciones específicas. Así, el base viene a ser el director de juego del equipo: se encarga de subir la pelota y dirigir el ataque; debe tener gran velocidad, dominio del balón y profunda visión del juego. El escolta ayuda al base en sus acciones ofensivas, pudiendo actuar de enlace entre el base y el pívot; sus características físicas y técnicas son una mezcla entre el base y el alero. El alero se desenvuelve preferentemente junto a las bandas; su punto fuerte es el lanzamiento exterior. El pívot suele ser un jugador de gran envergadura; es el encargado de capturar los rebotes tanto defensivos como ofensivos, y de desarrollar el juego interior cerca de la canasta. El Ala-pívot se encuentra a medio camino entre los dos anteriores. No es infrecuente que un mismo jugador pueda desempeñar varias de estas funciones.

Acciones tácticas

El dribbling como acción individual y el pase en el aspecto colectivo son las principales formas de avanzar en territorio enemigo y acercarse a la canasta contraria lo suficiente para culminar la jugada con un tiro o lanzamiento. Los virtuosos del dribbling, capaces de sortear a los rivales con vistosos malabarismos con el balón e inesperados cambios de dirección y de ritmo, figuran sin duda entre los jugadores más admirados.
Los principales tipos de pase son el pase de pecho con dos manos, el pase picado, el pase por encima de la cabeza, el pase de béisbol, el pase de entrega y el pase de gancho. Tales lanzamientos se efectúan entre los profesionales con la máxima rapidez, seguridad y precisión, y teniendo siempre en cuenta la posición de los jugadores que defienden para que el receptor pueda iniciar un nuevo movimiento.

Intento de mate obstruido con un tapón
En los lanzamientos a distancia, el balón sigue una trayectoria parabólica de altura media, con efecto rodado hacia atrás, debido al impulso final con los dedos. Toda una jerga designa los distintos tipos de lanzamiento. En el tiro libre que sanciona las faltas personales no existe presión del rival. Los tiros en carrera y en suspensión son, actualmente, los únicos que pueden eludir el poderío de las defensas. El tiro en suspensión, a larga distancia, se realiza desde el aire tras un salto; el tiro en carrera basa su eficacia en la capacidad de esquivar y sorprender a los rivales.
En distancias cortas, el tiro en bandeja es el que se realiza en carrera acercándose al aro: se coloca la mano debajo del balón y se acerca al aro como si de una bandeja se tratara. El tiro de gancho se realiza cuando el jugador está de espaldas cerca del aro y pivota protegiendo el balón. El mate es la acción más espectacular: consiste en encestar con una o dos manos impulsando el balón desde arriba después de un gran salto.
La lucha más dura se desarrolla en torno a las canastas. En esta zona los contactos para ganar la posición más ventajosa son muy intensos, pues implican mayores posibilidades para los atacantes de efectuar encestes y para los defensores de impedir su realización. La manera que los defensores tienen de evitar tantos es por medio de tapones: un defensor intercepta el balón lanzado a la canasta por un atacante. Otra de las fórmulas que evitan o dan la posibilidad de hacer puntos son los rebotes: los jugadores pelean encarnizadamente por un balón que no ha entrado en la canasta, unos para recuperar su posesión y otros para rematar y culminar la jugada.

Sistemas de defensa

En el baloncesto se distinguen dos tipos de defensa: la defensa individual o al hombre y la defensa en zona. Su aplicación depende de la estrategia adoptada y de las características específicas de los jugadores del propio equipo y del equipo contrario. Un tercer sistema defensivo es el mixto, que combina los dos anteriores.
En la defensa individual, cada jugador se encarga de marcar a un adversario concreto, buscando anular su juego y siguiéndolo en todos sus desplazamientos. La actividad defensiva dependerá en cada caso de las características del atacante y de su posición en la cancha. Así, la defensa frente a un base debe impedir que construya el juego de ataque en buenas condiciones; la defensa contra un pívot debe evitar que le llegue el balón cerca del aro. El punto clave de este sistema es hallar el término medio entre un marcaje blando (y por tanto ineficaz) y un marcaje excesivamente férreo (que puede diezmar el equipo por acumulación de faltas personales).

La lucha bajo las canastas es un enconado cuerpo a cuerpo
La defensa en zona se ajusta a un esquema territorial: cada jugador se responsabiliza del juego que tiene lugar en una parte concreta de la pista. El adversario no es objeto de un marcaje personal a menos que se halle en posesión de la pelota. De esta forma se facilita la recuperación de rebotes, se favorecen los contraataques y disminuye el riesgo de realización de faltas personales; el principal problema de este procedimiento estriba en que no permite hacer frente eficazmente a los tiradores a distancia.
Los sistemas en zona se definen según la posición de los jugadores; los más utilizados son el 2:3, el 2:1:2, el 1:2:2 y la defensa mixta. La defensa 2:3 presenta dos jugadores adelantados que se sitúan en los extremos de la línea de tiro libre, normalmente el base y el escolta, y una segunda línea de tres, cerca de la canasta, para asegurar el rebote e iniciar el contraataque. El sistema 2:1:2 es parecido; el jugador central de la línea trasera se adelanta para formar un triángulo alrededor del aro y cerrar mejor el pasillo central y el rebote.
En la defensa mixta, normalmente los jugadores altos defienden en zona, cerrando la entrada a canasta, y uno o dos jugadores se adelantan para presionar y marcar individualmente a los jugadores que deben crear el juego en el equipo contrario. Otra forma de defensa es la conocida como «defensa presionante», que se realiza en toda la cancha y es mucho más exigente; se intenta evitar la fluidez en el ataque del equipo contrario, obstaculizando su juego hasta forzar errores que permiten al conjunto defensor recuperar el balón.

Sistemas de ataque

El ataque contra una defensa individual suele plantearse mediante situaciones de uno contra uno, y tiene como base la técnica individual de cada jugador para superar al contrario. A nivel de equipo, los bloqueos e interposiciones en la trayectoria de los defensas buscan facilitar el desmarque de los compañeros para llegar a una posición de superioridad que permita recibir el balón, lanzar, pasar o progresar.
El ataque contra una defensa en zona se puede solventar con un lanzamiento exterior, debido a que no se ejerce presión contra los jugadores exteriores. Existen diferentes estrategias para obtener la máxima eficacia en el ataque, que se basan en técnicas específicas de bloqueo para tener un lanzamiento fácil. Son frecuentes los sistemas 2:1:2 y 1:3:1.
Con el contraataque se consigue llegar a la canasta contraria antes de que el equipo se organice, jugando con la velocidad y el factor sorpresa. Los contraataques suelen originarse en la captura de un rebote, seguida de un pase rápido a un buen driblador que se lanza a toda máquina hacia el aro contrario y culmina la acción o se apoya en algún compañero también lanzado a la carrera.