El río Yangtsé, el tercero más largo del mundo, fluye a través de ocho provincias chinas durante unos 6300 kilómetros.
El 31 de agosto de 1931 las aguas del tercer río más largo del mundo tras el Nilo y el Amazonas, el río Yangtsé de China, acaban inundando la mayor parte de la región de Kuang, provocando la muerte directa de 145.000 personas. Pero la historia es aún más peliaguda.
Las inundaciones se repitieron desde junio a agosto de este año en la República de China y afectaron a las principales ciudades de Wuhan, Nanjing y más allá, y finalmente culminaron en una brecha en un dique a lo largo del lago Gaoyou.
El Yangtsé se eleva en la provincia de Qinghai, y fluye hacia el este por una distancia de 6.300 kilómetros, a través de ocho provincias hasta llegar al Mar Amarillo. Ha sido una fuente de inundaciones desde tiempos inmemoriales, algo que se debe al volumen de agua que contiene y atrae.
Hay otros factores además del caudal del río y el número de afluentes que desembocan en él que explican la propensión del Yangtsé a desbordarse. Uno es la cantidad de lluvia que recibe. Con el calor del verano, los glaciares de nieve de las montañas del oeste de China se derriten y desembocan en el Yangtsé.
El Gran Diluvio de 1931 tuvo lugar en el contexto de importantes acontecimientos históricos en China que fueron, al mismo tiempo, una causa de trauma adicional para los ciudadanos.
La inundación principal de 1931 llenó un área del tamaño del estado de Nueva York. Sin ir más lejos, Nanjing, la capital de China en ese momento, estuvo bajo el agua durante seis semanas.
Las estimaciones de muertes varían enormemente. Una encuesta de campo realizada por la Universidad de Nanking dirigida por John Lossing Buck inmediatamente después de la inundación encontró que "150.000 personas se habían ahogado, y que este número representaba menos de una cuarta parte de todas las muertes durante los primeros 100 días de la inundación". Una estimación popular de 3,7 a 4,0 millones de muertes ayudó a la inundación de 1931 a asegurar su posición en las listas sensacionalistas de los desastres más mortíferos del mundo.
Estas millones de muertes más se producirían en los próximos meses a causa del hambre y enfermedades infecciosas como el cólera.
La inundación afectó a entre 80 y 100 millones de personas, treinta millones de las cuales quedaron sin hogar. Solo en el valle de Wuhan murieron 250.000 personas por ahogamiento, enfermedades o inanición.