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miércoles, 19 de agosto de 2020

Richard Nixon abandona la presidencia de los Estados Unidos

efeméride


El 9 de agosto de 1974 ocurrió un hecho inédito en la política estadounidense y tan chocante que todavía hoy sigue estudiándose. Richard Nixon abandonaba el cargo de presidente y la Casa Blanca.


En junio de 1972, la detención de cinco sujetos que había entrado en las oficinas del Partido Demócrata de Washington sumergió a los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein en uno de los mayores escándalos de la historia estadounidense. Sus investigaciones sacaron a la luz un caso de sabotaje y espionaje político que el Partido Republicano llevaba realizando desde hacía años para evitar que los demócratas ganaran las elecciones. Según un informante anónimo conocido como “Garganta Profunda” (que resultó ser el director adjunto del FBI William Mark Felt) informó de que las escuchas ilegales, vertido de información falsa y otras muchas prácticas fraudulentas eran encargados por asesores presidenciales y altos cargos del Partido Republicano y la trama cada vez subía más, hasta llegar al mismísimo Despacho Oval. Felt llevaba tiempo enfrentado con Nixon y decidió dar el paso definitivo cuando, tras la muerte de John Edgar Hoover, el presidente dio el cargo de director del FBI a otro.


El Senado formó una comisión de investigación y un gran jurado para poder llevar ante la justicia a los responsables. El propio Nixon tuvo que declarar ante la comisión y, a pesar de los enormes esfuerzos que se hicieron por intentar ocultar la verdad, el Senado concluyó que el presidente era consciente de las prácticas ilegales que se realizaban y que había mentido ante un jurado de los Estados Unidos. Con la soga cada vez más tensa en torno a su cuello, Nixon abandonó la presidencia del país el 9 de agosto de 1974, siendo sustituido por el hasta entonces vicepresidente Gerald Ford (cuya primera medida fue indultar a Nixon).

El nacimiento de la aspirina

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El 10 de agosto de 1897, el joven químico alemán Felix Hoffmann, sintetiza el ácido acetilsalicílico


Felix Hoffman nació el 21 de enero de 1868 y creció en Swabia, Alemania. Su padre era fabricante en Ludwigsburg, Alemania, y fue allí donde un joven Hoffman desarrolló un gusto por la fabricación y los procesos químicos. Le fascinaba el trabajo en el campo farmacéutico. Fue empleado en varias farmacias en todo el país y también estudió química y farmacia en la Universidad de Múnich. En 1891 se graduó magna cum laude en esta misma universidad. Dos años más tarde obtuvo su doctorado, también magna cum laude, después de completar su tesis titulada 'Sobre ciertos derivados del dihidroantraceno'


Por recomendación del ganador del Premio Nobel, el profesor Adolf von Baeyer, con quien Hoffmann había estudiado, se unió a Farbenfabriken vorm. Friedr. Bayer & Co. en 1894 para trabajar como químico en el laboratorio. 


Hoffman pertenecía a una clase de investigadores que querían crear nuevas sustancias que pudieran usarse como medicamentos y no simplemente recrear los ingredientes activos de los productos naturales. Felix Hoffman, como dice la leyenda, también estaba motivado por el deseo de aliviar el dolor terrible que sufría su padre. Su padre sufría de artritis debilitante. Le era difícil moverse y los analgésicos en ese momento eran lamentablemente inadecuados o hacían que el paciente se sintiera peor por los peligrosos efectos secundarios. 

Intento de golpe de estado contra Gorbachov

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El 19 de agosto de 1991, Mikhail Gorbachov, secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética (1985-1991) y presidente de la Unión Soviética (1990-1991), fue expulsado brevemente en un golpe de estado por parte de los comunistas más radicales.  

Tanto como secretario general como presidente, Gorbachov apoyó las reformas democráticas. Promulgó políticas de glasnost (‘apertura’) y perestroika (‘reestructuración’), e impulsó el desarme y la desmilitarización en Europa del Este. Las políticas de Gorbachov finalmente llevaron al colapso de la Unión Soviética en 1991.
  
Gorbachov ayudó a derribar el antiguo telón de acero que separaba a los estados comunistas orientales y los estados no comunistas occidentales. En asuntos exteriores, Gorbachov cultivó relaciones más amigables con los estados no comunistas, incluido y especialmente con los Estados Unidos. Trabajó con el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, para disminuir la tensión política y militar entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Al hacerlo, Gorbachov ayudó a poner fin a la Guerra Fría. En 1990, Gorbachov recibió el Premio Nobel de la Paz por su "papel principal en el proceso de paz" en Europa.  

Mikhail Gorbachov renunció a la presidencia de la Unión Soviética el 25 de diciembre de 1991. Ese mismo día, la Unión Soviética dejó de existir. Fue reemplazado por la Comunidad de Estados Independientes (CEI), una asociación libre de estados soberanos fundada por los líderes electos de Rusia, Ucrania y Bielorrusia.  

Los radicales comunistas que habían reemplazado a los reformistas en el Gobierno demostraron no ser de fiar, y Gorbachov y su familia fueron detenidos brevemente bajo arresto domiciliario del 19 al 21 de agosto de 1991, durante un golpe de estado de corta duración por parte de los radicales. Después de que el golpe fracasara ante la firme resistencia del presidente ruso Boris Yeltsin y otros reformadores que habían llegado al poder bajo las reformas democráticas, Gorbachov reanudó sus deberes como presidente soviético, pero su posición se había debilitado irremediablemente. Al entrar en una alianza inevitable con Yeltsin, Gorbachov renunció al Partido Comunista, disolvió su Comité Central y apoyó medidas para despojar al partido de su control sobre el KGB y las fuerzas armadas.