El 15 de julio de 1997 el diseñador de origen italiano Gianni Versace, uno de los gurús de la moda en los 80 y 90, fue tiroteado en la puerta de su mansión de Miami por Andrew Cunanan.
Gianni Versace es un icono del mundo de la moda y uno de los diseñadores más admirados y recordados del siglo XX. Nacido en 1946, estudió arquitectura y comenzó a hacer diseños de ropa para su hermana Donatella, que por entonces era una niña de diez años. En los 70 se marchó a Milán y fue en la ciudad lombarda donde comenzó a confeccionar y diseñar para grandes marcas, hasta que decidió dar el paso y creó su propia firma con la ayuda de sus hermanos. Versace supuso una revolución en el mundo de la moda por su integración del diseño elegante y atrevido con elementos de la cultura pop y movimientos artísticos como el cubismo. Gianni Versace era un gran aficionado al mundo clásico y por ello optó por la cabeza de Medusa como símbolo para su marca.
Por su parte, Andrew Cunanan había nacido en 1969 en una pequeña ciudad de San Diego (California). Los datos que tenemos de su infancia lo describen como un niño extraordinariamente inteligente, con un coeficiente intelectual altísimo y una capacidad para mentir y manipular propia de un sociópata. Su madre, una fanática católica de origen italiano, lo echó de casa al descubrir su homosexualidad y Andrew se marchó a vivir a San Francisco. Allí pasó años prostituyéndose y manteniendo relaciones con hombres mayores y adinerados que le pagaban un estilo de vida bastante cómodo. Cometió su primer asesinato a finales de abril de 1997 (Jeffrey Trail) y en los dos meses siguientes acabó con la vida de otras tres personas (David Manson, Lee Miglin y William Reese). Cuando se refugió en Miami huyendo de la policía era uno de los diez fugitivos más buscados de los Estados Unidos.
Cunanan pasó un tiempo escondido en un hotelucho de Miami y haciendo su vida con relativa normalidad: solo salía de noche pero no se escondía, iba a restaurantes y discotecas y en más de una ocasión utilizó su nombre auténtico. En la mañana del 15 de julio, alrededor de las 8:40, el diseñador Gianni Versace volvía a su casa después de haber comprado un par de revistas. Mientras estaba abriendo la puerta metálica de su mansión, The Villa Casa Casuarina, Cunanan se le acercó por la espalda y le pegó dos tiros a quemarropa; uno en el cuello y otro en el cráneo a la altura de la frente. Cunanan se marchó andando como si nada mientras los gritos de Mersiha Colakovic, vecina de Versace que lo presenció todo, alertaban de la tragedia.
Gianni Versace falleció por muerte cerebral allí mismo y nada pudo hacer el personal sanitario en el camino al hospital. El día 24 se organizó un gran funeral en Milán al que asistieron personalidades como la princesa Diana de Gales, Elton John, Pavarotti, Giorgio Armani o Naomi Campbell. Ese mismo día, Cunanan se vio rodeado por la policía en una vivienda flotante de Miami Beach y se suicidó pegándose un tiro en la boca.
La naturaleza del asesinato de Gianni Versace sigue siendo desconocida. La teoría del robo se descartó al comprobar que Cunanan no le había robado la cartera (con alrededor de 1200 dólares) y no ha habido pruebas concluyentes de que Versace conociera a su asesino ni de que este pudiera haber actuado por celos o por orden de alguno de sus amantes. La versión más extendida, aunque tampoco confirmada, es que Cunanan se obsesionó con Versace al ver en él al icono de la comunidad gay y al triunfador que el propio Cunanan pensaba que estaba destinado a ser. También es posible que acabara con la vida del diseñador como forma de llamar la atención y ganar notoriedad.
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