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martes, 3 de marzo de 2020

Carly Simon


Carly Simon puede considerarse una rareza entre los artistas rock, una auténtica sobreviviente. Agresiva y sensual, una especie de Mick Jagger en femenino, con el que por lo demás vivió una historia, ha cuidado de modo especial su carrera, evitando convertirse en una víctima de los cambios del gusto del público y de la renovación constante de las modas musicales. Nacida el 25 de junio de 1945, tercera de los cuatro hijos de Richard y Andrea Simon, propietarios de la editora Simon & Schuster, Carly fue educada en el prestigioso Sarah Lawrence College de New York. Papá Simon aporreaba el piano y toda la familia compartía su amor por la música; era inevitable que Carly acabase por formar un dúo con Lucy, su hermana mayor. The Simon Sisters, como se hacían llamar, consiguieron darse a conocer en el área de New York, obteniendo cierto eco en las listas de éxitos locales con el single 'Winkin', blinkin'and nod'. Pero la decisión de Lucy de casarse puso fin a la carrera del dúo y hubo que esperar siete años para que Carly entrase de nuevo en un estudio de grabación. El Greenwich Village era, en los primeros años sesenta, un ambiente musical cuanto menos excitante. Fue allí donde Carly encontró a Albert Grossman, uno de los organizadores de los primeros festivales de Newport, pero conocido sobre todo por haberse encargado del management de Bob Dylan en sus años formativos. Grossman, en busca de un personaje para lanzar como contrapartida femenina de su ex pupilo, le propuso una colaboración que ella rechazó; el hecho de provenir de una familia acomodada le garantizaba la seguridad económica y la posibilidad de escoger su propio debut discográfico. Carly trabaja con parecidos productores sin grabar y sólo cuando Jerry Brandt le presenta a Jack Holzman, el presidente de Elektra, decide tentar la suerte. Su primer álbum, 'Carly Simon', de 1971, incluye su primer éxito norteamericano, 'That's the way I've always heard it should be', una canción escrita a cuatro manos con el crítico cinematográfico Jacob Brackman, que la revela como cantautora personal, incisiva desde el punto de vista musical y alejada de la temática de la paz y del amor universal o de la fascinación de la droga que la cultura hippy había llevado al centro de los intereses de sus colegas. Carly se dirige a los jóvenes acomodados norteamericanos, aquellos que quizás habían compartido las esperanzas y las intemperancias de sus coetáneos, pero que iban todavía a buscar a sus padres el fin de semana. Publicado el mismo año en el que salieron 'Blue' de Joni Mitchell y 'Tapestry' de Carole King, el primer disco de Carly tuvo que enfrentarse a una competencia respetable, pero sobresalió gracias al éxito del acertado single 'That's the way I've always heard it should be'. La canción fue mal juzgada en los ambientes feministas, que la interpretaron como una invitación a la sumisión femenina, mientras que cantantes ligeros como Jack Jones la grabaron cargándola con un superficial sentimentalismo. En equilibrio entre cinismo y romanticismo, las canciones de Carly tienen sin embargo una fresca objetividad y un buen gusto, mayor que el de otros cantautores, y están ennoblecidas por un sentido melódico especialmente refinado. Su segundo álbum, 'Anticipation', pone especialmente de relieve estas dotes, gracias a piezas como 'Legend in your own time' y a la canción que da título al disco, aunque la producción londinense del célebre Paul Samwell-Smith, ya conocido por haber trabajado con The Yarbdirds y con Cat Stevens, no consigue evitar algunos momentos de bajo tono como 'Our first day together', en los que Carly fuerza fatigosamente su voz intentando conseguir notas demasiado agudas. 'No secrets', realizado en 1972 con la producción de Richard Perry, marca un salto de calidad en consonancia con los tiempos y proporciona un single de éxito mundial, 'You're so vain', confirmándola como intérprete perfecta de canciones de extremada frescura. La publicidad dada ese mismo año a su matrimonio con James Taylor la lleva a la cresta de la popularidad, pero, más alla de la relación sentimental, la asociación artística entre los dos no producirá resultados relevantes. Con los discos siguientes como 'Hot cakes' en 1974, 'Playing possum' en 1975, 'Another passage' en 1976, Carly vira decididamente hacia una música ligera y sofisticada. Ejemplar en este sentido es la canción 'Nobody does it better', tema principal de la película 'La espía que me amó', de la serie James Bond. Entre los trabajos siguientes, concordantes en general con el cliché que ella misma se impone, destaca por su originalidad 'Torch', editado en 1981, cuando ya la relación con Taylor se había deteriorado y ya se habían separado. 'Torch' es un disco con versiones de clásicos como 'I got it bad and that ain't good, I get along with you very well' y 'Body and soul' arreglados con sensibilidad por el productor Mike Manieri, pero con el siguiente 'Hello big man' de 1983 vuelve a entrar en la línea anterior. Carly Simon interpreta hoy, como confirma 'Coming around again', de 1987, el personaje de gran señora de voz melodiosa, con una profesionalidad y una clase que justifican el éxito del que goza. En 1988 ganó el Grammy, el Globo de Oro y el Óscar por "Let the River Run" de la película 'Working Girl'. En 1990, Simon lanzó un disco de baladas pop en el que incluía una serie de covers llamado 'My Romance'. Seis meses después puso a la venta 'Have You Seen Me Lately?' en el que todo el material era original y uno de sus mejores trabajos desde los 70s. A mediados de los 90s con la publicación del magnifico "Letters never sent" (1994) y una completísima entrevista de Vanity Fair en 1995, todo daba a entender que volvería en su dimensión más internacional, ya que tenia en mente iniciar su primer tour fuera de EE.UU. Fue tentada desde el Reino Unido y España, pero un inoportuno cáncer de mama, superado posteriormente, dio al traste con estas iniciativas. En 2001 graba la banda sonora a 'La Gran Película de Piglet' lo que le da un impulso a su carrera. Desde entonces a la fecha ha producido más de diez discos, entre retrospectivas, canciones para películas y materiales nuevos.

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