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miércoles, 15 de enero de 2020

Georges Méliès


Nació el 8 de diciembre de 1861 en Saint-Martin, París. Fue actor y director de teatro; su padre fue un destacado comerciante de zapatos. Desde su infancia Méliès fue un habilidoso dibujante, pasaba sus clases haciendo dibujos en sus cuadernos.
Luego se apasionó por la elaboración de marionetas, haciendo sus propios escenarios. Siendo niño asiste al teatro por vez primera y tiene la oportunidad de conocer a Jean Eugène Robert-Houdin, gran ilusionista y mago, quien influyó en Harry Houdini.

DE VISITA EN INGLATERRA

Finalizando el servicio militar, es enviado a Londres para abrir una sucursal del negocio familiar; asiste al teatro, pero al no hablar inglés no podía entender las puestas en escenas; incursiona en el universo del ilusionismo en el Egyptian Hall, del mago Jasper Maskelyne.
Con su retorno a París, deseaba hacer sus estudios en la Escuela de Bellas Artes; por razones familiares debe ayudar en el negocio del padre; esto le permite hacer mejoras tecnológicas en la fabricación de calzados, lo que le será útil en su futuro trabajo cinematográfico
Para 1895 era ilusionista profesional y rector del Teatro Robert-Houdin; entonces estuvo presente en el lanzamiento de los primeros films de los hermanos Lumière, creadores del cinematógrafo.
Seguro del futuro de esta nueva invención, compró una cámara, hizo unos sets de filmación e inicio la creación de películas. Al su padre retirarse de la zapatería, Méliès uso parte del dinero para adquirir el teatro Robert Houdin.
Filmó unas cuatrocientos películas entre 1899 y 1912, la mayor parte comedias, entre las que resaltan: Cristo andando sobre las aguas (1899), El hombre de la cabeza de goma (1901), la innovadora Viaje a la Luna (1902), El viaje a través de lo imposible (1904) y Hamlet (1908).
Sus filmes son una anticipación al futuro: en Cleopatra (1899) se hace alusión al cine de terror al revivir a la momia de la soberana egipcia Cleopatra. Hizo también registro de eventos reales y publicidad.
Entre 1915 y 1923, Méliès realizó junto a sus familiares muchos espectáculos en sus dos teatros que servían de estudios cinematográficos. Lamentablemente el plagio de obras y el avance de la cinematografía le impulsan a abandonar el medio.

LA ESTRELLA SE APAGA

Para En 1923, agobiado por los problemas económicos, vendió inmuebles y dejó la localidad de Montreuil. Hacia 1925, tuvo un reencuentro con Jeanne d’Alcy, actriz con la cual trabajó, quien tenía una juguetería y tienda de dulces; se desposó con ella, apoyándola en su negocio.
Gracias a Léon Druhot, regente de Ciné-Journal, vuelve a ser conocido. Desde 1925, su obra fue reconocida por los surrealistas franceses, los cuales elevan su imagen; en 1931 Méliès fue condecorado con la Legión de Honor por su recorrido.
Para 1932, se muda al Castillo de Orly, morada de jubilación del cine francés; residirá allí con su esposa Jeanne hasta su fallecimiento. En 1938 Henri Langlois rescató y restauró parte de sus filmes. Méliès fallece el 21 de enero de 1938 en París, sepultado en el cementerio de Père-Lachaise.

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