Miguel de Cervantes Saavedra, novelista, poeta y dramaturgo; sobre la fecha de su nacimiento es algo que está aún en entredicho, se presume que nació en Alcalá de Henares el 29 de septiembre de 1547.
Es considerado el máximo exponente de la literatura española. Mundialmente es conocido, por su ingenio y creatividad; pero sin duda alguna su novela, Don Quijote de la Mancha, es una de las mejores obras de toda la literatura universal y gracias a ello, se le llama “Príncipe de los Ingenios”, al poseer una mente brillante e intelectual.
VIDA DE MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA
Hijo de Rodrigo de Cervantes, cirujano de profesión y de Leonor Cortinas, un matrimonio que tuvo siete hijos, en el que Miguel ocupaba el cuarto lugar. Huyó a Italia a los dieciocho años, luego de haber herido a un hombre; allí estuvo al servicio del cardenal Acquaviva.
Al poco tiempo se formó como soldado, y en 1571 tuvo un desempeño heroico en la batalla de Lepanto, quedando huellas de aquella contienda en el pecho y en su mano izquierda, pero esto no le impidió manifestar su orgullo al haber participado en dicha batalla.
Siguió como soldado y un desafortunado día de 1575, cuando junto a su hermano Rodrigo regresaban a la península, fueron privados de libertad y llevados a Argel. Gracias a su familia y a los padres trinitarios, fue liberado cinco años después en 1580.
Luego de su cautiverio y luego de doce años de ausencia, hizo todo su esfuerzo por conseguir un empleo en las Indias y no obtuvo respuesta positiva, una etapa muy difícil que atravesaba Cervantes y le causaba molestia.
En 1584 se casó y se residencio en Sevilla; entre 1587 y 1600, realizaba un trabajo humilde como comisario de abastecimientos, labor que lo llevaba a movilizarse por toda Andalucía pues su misión era la de revisar los alimentos que se utilizarían en las expediciones que preparaba Felipe II.
Todos los acontecimientos que Cervantes vivió en Sevilla son indudablemente piezas clave en su biografía, pues todos los personajes que durante sus experiencias conocía, los dio a conocer más adelante en muchas de sus obras.
En 1604 se trasladó a Valladolid tratando de superar sus dificultades económicas, un objetivo que parecía conseguir, ya que en 1605 cuando publicó la primera parte del Quijote, el éxito fue total. Pero lamentablemente, las carencias no desaparecieron y siempre estaba en constante búsqueda de mecenas entre los nobles y solo el conde de Lemos parcialmente lo ayudo.
Los trabajos de Persiles y Segismunda, fue una obra que dedicó al conde de Lemos, en retribución a su noble gesto.
Muere en Madrid el 22 de abril de 1616 y el 23 de abril su cuerpo fue sepultado, de ahí que popularmente es esta la fecha que se le concede su muerte.
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