El daltonismo -denominado así por el físico británico John Dalton, quien lo padecía- es un defecto genético que consiste en la imposibilidad de distinguir los colores (discromatopsia). Aunque ningún daltónico confunde los mismos colores que otros, incluso pertenecientes a la misma familia, es muy frecuente que confundan el verde y el rojo; sin embargo, pueden ver más matices del violeta que las personas de visión normal y son capaces de distinguir objetos camuflados. También hay casos en los que la incidencia de la luz puede hacer que varíe el color que ve el daltónico. El 31 de octubre de 1798 fue descubierto el daltonismo. El defecto genético es hereditario y está ligado al sexo, debido a que se transmite por un alelo recesivo ligado al cromosoma X, lo que produce un notable predominio en el varón entre la población afectada. La mujer puede portar la enfermedad en casos no tan comunes como en los varones, y la transmite a sus hijos varones. Probablemente, la mitad de sus hijos serán portadores. La transmisión genética es igual que en la hemofilia. Existen varios tipos: Monocromáticos: Como su nombre lo indica, estos individuos sólo poseen un tipo de cono y sólo pueden ver un tipo de color. Dicromáticos: Estas personas poseen dos tipos de conos. La afección se presenta con variantes, pueden haber individuos ciegos al color rojo, individuos que confunden sombras de rojo, verde y amarillo; o individuos ciegos al azul y que a su vez confunden sombras de verde y azul o naranja y rosa. Tricromáticos anómalos: Es cuando la persona posee los tres tipos de conos, con defectos funcionales, por lo que confunden un color con otro. Es el grupo más abundante y común de daltónicos, tienen tres tipos de conos, pero perciben los tonos de los colores alterados. Suelen tener defectos similares a los daltónicos dicromáticos, pero menos notables. Acromáticos: Es cuando los conos de las personas no funcionan y sólo tienen visión en blanco y negro. Ésta condición es muy rara.
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