(Juan II de Avís, llamado el Príncipe Tirano o el Príncipe Perfecto; Lisboa, 1455 - Alvor, 1495) Rey de Portugal (1481-1495). Era hijo de Alfonso V de Portugal, a quien ya en plena juventud sustituyó como regente en dos ocasiones (1475 y 1477) por ausencia del monarca. Con el apoyo de la burguesía, Juan II consolidó la monarquía autoritaria y aplastó a la nobleza, a cuyos dirigentes, los duques de Braganza y de Viseo, hizo ejecutar.
Juan II de Portugal impulsó los viajes de exploración por la costa africana. Durante su reinado tuvieron lugar las expediciones de Diogo Cam, que descubrió la desembocadura del río Congo, de Pêro da Covilhã, que recorrió diversos países árabes, y del insigne navegante Bartolomeu Dias, quien, al doblar por primera vez el cabo de Buena Esperanza, preparó la gesta de Vasco de Gama. En 1484, sin embargo, rehusó patrocinar la empresa de alcanzar las indias cruzando el Atlántico que le propuso Cristóbal Colón, cuyo empeño en el proyecto llevaría ocho años más tarde al descubrimiento de América. En 1494 firmó el Tratado de Tordesillas con Castilla, por el que sentó las bases de la colonización de Brasil.
Hombre inflexible y sin escrúpulos, pero también esforzado y generoso, Juan II de Portugal fue un buen administrador y protegió la agricultura del país. Amante y defensor de las ciencias y las artes del Renacimiento, su labor en este campo, su apoyo a los descubrimientos geográficos y su actividad política le valdrían con el paso de los siglos el sobrenombre de «Príncipe Perfecto» con que lo conoce la historia, frente al de «Príncipe Tirano» con el que fue denostado por la nobleza contemporánea. Su gobierno, con facetas semejantes a las del de Luis XI de Francia, Enrique VII de Inglaterra o los Reyes Católicos en el fortalecimiento del poder de la monarquía y en las ambiciones expansionistas, supuso la entrada de Portugal en la Edad Moderna. Le sucedió en el trono su primo y cuñado Manuel I de Portugal.
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