Pearl Street, de Nueva York (EE.UU.) fue iluminada con 7 200 lámparas y una estación eléctrica de 900 CV de potencia. ¿El responsable? Thomas Alva Edison. Este evento es considerado el inicio de la era eléctrica de la humanidad.
La iluminación de arco eléctrico existía desde principios del siglo XIX, pero la necesidad frecuente de reemplazar las puntas de carbono y la luz brillante significaba que era mejor usarlas en exteriores o en habitaciones muy grandes. A lo largo de la década de 1800, los inventores experimentaron con iluminación eléctrica incandescente para uso en interiores.
Pero, a pesar de estos intentos, fue Edison quien se interesó por primera vez en la iluminación eléctrica incandescente a mediados de 1878. Poco más de un año después, desarrolló con éxito la primera luz incandescente práctica, una bombilla duradera incandescente. Pero no se detuvo allí. Luego se puso a trabajar en el desarrollo de un sistema completo para generar, entregar y utilizar energía eléctrica, creando un circuito paralelo, una dínamo de voltaje constante, cajas de conexiones, un sistema de conductos subterráneos y otros componentes para hacer funcionar dicho complejo sistema.
La idea era construir un sistema central a gran escala en la ciudad de Nueva York para demostrar que su sistema era comercialmente viable. Luego, se puso a trabajar en la estación Pearl Street, que se convertiría en la primera central eléctrica permanente en suministrar iluminación incandescente. ¿Por qué precisamente este lugar? Porque cubría un área densamente poblada de propiedades comerciales y residenciales. El área llegó a ser conocida como el Primer Distrito y albergaba el distrito comercial del centro y muchos periódicos influyentes de la ciudad.
Para la estación de Pearl Street, Edison desarrolló seis dínamos de voltaje constante de 27 toneladas que podían suministrar aproximadamente 1.200 lámparas cada una. Una vez que el proyecto estuvo completo, Edison estuvo listo para mostrárselo al mundo. Y fue este día: el 4 de septiembre de 1882: hizo una señal a su electricista en la estación para que encendiera el interruptor y... voilà, alrededor de 400 lámparas se encendieron ese primer día.
El evento se considera un hito monumental de la historia y, tras ese momento, Edison construyó más estaciones en otras partes de la ciudad de Nueva York y otorgó licencias para sistemas similares para su instalación en América, Europa y Japón durante la siguiente década.
“Aunque no se la conoce formalmente como la ciudad de las luces, Nueva York casi siempre es incandescente, resplandeciente con la luz amorfa de millones de bombillas”, publicó el New York Times, cuyo edificio se encontraba dentro del radio de acción de esa primera luz artificial.
En este día de 1882, con solo tocar un interruptor, las luces eléctricas iluminaron esta famosa ciudad por primera vez.
Sucedió en Pearl Street Station, la primera central eléctrica del mundo. Operada por Thomas A. Edison y su Edison Electric Illuminating Company de Nueva York, cuya entidad es ahora Consolidated Edison.
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