(Barbara Joan Streisand, Nueva York, 1942) Cantante, actriz y directora de cine estadounidense. Tras conseguir cierto reconocimiento como cantante, debutó en Broadway en un musical que no tuvo éxito; pero ella se convirtió en el centro del espectáculo por su manera de cantar y sus payasadas. Ganó el premio de la crítica de Nueva York y fue catapultada al estrellato casi de la noche a la mañana. Inmensamente popular, compensó la imperfección de su rostro con una voz vibrante y un magnetismo entusiasta. Cuando en 1968 hizo su debut en el cine, estaba ya atrincherada en la cima de la industria del espectáculo estadounidense. Se demostró a sí misma que podía ejercer idéntico dominio en el medio cinematográfico que en el teatral y el discográfico y ganó un Oscar por Funny Girl (1968). A pesar de la mediocridad de la mayoría de sus vehículos de los años 70, continuó siendo una de las mayores atracciones de la taquilla. En 1977 obtuvo el Oscar por la composición de Evergreen, la canción de Ha nacido una estrella. En los años 80 se pasó a la dirección, y se dirigió a sí misma en Yentl (1983) y El príncipe de las mareas (1991), película que obtuvo varias nominaciones al Oscar.
Barbra Streisand
Hija de un intelectual estudioso de Shakespeare, Ibsen y Chéjov, Barbra Streisand se quedó huérfana cuando sólo tenía quince meses. La figura del padre que nunca llegó a conocer (y al que dedicaría el filme Yentl) estaría siempre presente en su carácter y en su carrera. Streisand estudió en el Erasmus Hall High School y comenzó a trabajar muy pronto desempeñando todo tipo de oficios, hasta que un día se trasladó desde Brooklyn a Greenwich Village, donde le esperaba una nueva vida. El Club Lion convocaba un concurso de canto, en el que Streisand participó y ganó el premio: cincuenta dólares.
A partir de entonces, y durante dos años, actuó en locales nocturnos a la vez que se iba acercando poco a poco al teatro. En 1961 debutó en Broadway; los éxitos se sucedieron y alcanzó reconocimiento con la obra I can get it for you wholesale, en la que trabajó junto a Elliot Gould, que al cabo de un año se convirtió en su marido. Pero el teatro no fue suficiente. Al mismo tiempo que salían sus álbumes, apareció en programas de televisión y radio y el público se descubrió ante su voz.
El 13 de enero de 1964 se celebró en Boston la primera representación de Funny Girl, la obra que la lanzó al estrellato: dos meses después de su estreno, las representaciones se trasladaron al Winter Garden de Nueva York. Por esa época tenía su propio programa de televisión, My name is Barbra, por el que ganó varios Emmy. A éstos se les sumó, a finales de los 70, el Tony especial que le fue concedido por sus actuaciones en Broadway. Para entonces, el presidente John Kennedy ya la había invitado a cenar en la Casa Blanca, y cobraba tanto como Frank Sinatra. Barbra Streisand estaba a punto de saltar a la pantalla grande.
Su actividad cinematográfica fue muy peculiar. A pesar de no ser una gran actriz y de contar en su filmografía con auténticos fiascos como Ha nacido una estrella (1976) o Combate de fondo (1979), el público la adoraba; abarcaba tantos campos que contaba con fans en todos los frentes. Con su primera película, la versión cinematográfica de Funny Girl (1968), consiguió un Oscar. Cobró 90 millones por la segunda, Hello Dolly (1969), y trabajó a las órdenes de William Wyler, Vincente Minnelli, Gene Kelly, Herbert Ross, Peter Bodganovich o Sidney Pollack, al tiempo que fundaba su propia productora, Bar-Wood Films. Otras películas en que participó como actriz fueron La gatita y el búho (1970), ¿Qué me pasa, doctor? (1971), Tal como éramos (1973), ¿Qué diablos pasa aquí? (1974), Toda la noche (1981) y Loca (1987).
Cuando a finales de los años setenta se dio cuenta de que su carrera cinematográfica no se acercaba ni remotamente a la musical, empezó a acariciar la idea de dirigir. Su primer proyecto, que iba a titular The Woman, nunca se llevó a cabo. Pero tres años después, en 1983, se embarcó en un musical que protagonizó, dirigió y coprodujo: Yentl, la historia de una chica judía que ha de hacerse pasar por un hombre para poder estudiar el Talmud. La experiencia, que puso en pie a miles de fans protestando por no haber obtenido ninguna nominación, la hizo repetir en 1991, esta vez sin canciones, con El príncipe de las mareas, que también protagonizó. En El amor tiene dos caras (1995), junto a Jeff Bridges, rescató a una magnífica Lauren Bacall, que consiguió una nominación como mejor actriz secundaria, aunque no la estatuilla. Posteriormente produjo para la televisión Rescuers-Storys of Courage-Two Women (1997) y The Long Island Incident (1998), y para el cine el documental City at Peace (1998), de S. Koch.
Conflictiva pero irresistible, segura de su capacidad, brillante y tenaz, Barbra Streisand guarda en su biografía multitud de anécdotas: el perfil que nunca quiso retocarse, el nombre falso (Angelina Scarangella) con el que actuaba en locales gays o el hecho de que Omar Sharif se encontrara en la lista negra de los árabes por haber besado a una judía en Funny Girl. Aun habiendo ya pasado sus años más gloriosos, Barbra Streisand siguió siendo todo un personaje y cosechando éxitos y simpatías.
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