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miércoles, 11 de marzo de 2020

Jodie Foster


(Alicia Christian Foster; Los Ángeles, 1962) Actriz y directora de cine estadounidense, ganadora en dos ocasiones del Oscar de la Academia de Hollywood a la mejor actriz por Acusados (1988) y El silencio de los corderos (1990), aclamada película en la que cuajó una excelente interpretación junto a Anthony Hopkins. Formada en el Liceo Francés y en la Universidad de Yale, inició tempranamente su trayectoria artística bajo la dirección de su madre, agente de prensa; a los tres años protagonizó ya un anuncio y durante su niñez participó en cuatro películas de Walt Disney destinadas al público infantil.
Tras conseguir su primer papel importante en Alicia ya no vive aquí (1974), a los catorce años deslumbró a todo el mundo con su interpretación en Taxi Driver (1976), un contundente filme de Martin Scorsese que relata la historia del inadaptado Travis Bickle (Robert De Niro), un veterano de la guerra de Vietnam que trabaja de taxista y recorre en el turno nocturno las sórdidas calles de Nueva York. La frustración por un amor no correspondido y la paternal relación que entabla con Iris, una prostituta de catorce años (Jodie Foster), le llevan a tomarse la justicia por su mano y a estallar en un catártico acto de violencia final. El trabajo de Foster mereció la atención de la Academia de Hollywood, que la nominó al Oscar a la mejor actriz secundaria por su emotiva creación de Iris, atrapada en un submundo dominado por la delincuencia.

Desde entonces su presencia fue constante en la gran pantalla, y sobrellevó sin mayores dificultades el tránsito de la adolescencia a la juventud. En 1981 pasó por una dura experiencia cuando un joven norteamericano enamorado de ella, John Hinckley, atentó contra el entonces presidente Ronald Reagan sólo para llamar su atención. Poco después otro desequilibrado, también obsesionado con ella, quiso asesinarla. Muy afectada, Jodie Foster pasó una temporada fuera de los Estados Unidos. Su consagración como actriz adulta le llegó con Acusados (1988), filme basado en un caso real de una mujer que sufre una violación y que le valió el Oscar a la mejor actriz, si bien fue El silencio de los corderos (1990), por la que recibió su segundo Oscar, la película que le reportó mayor popularidad.
Dirigida por Jonathan Demme y basada en una novela de Thomas Harris, El silencio de los corderos es un inquietante thriller que gira en torno a un terrible psicópata que deja tras de sí un rastro sangriento de jóvenes muertas y desolladas, lo que le ha merecido el apodo de Buffalo Bill. Clarice Starling, una joven y decidida estudiante del FBI (Jodie Foster), recibe el encargo de entrevistarse con el doctor Hannibal Lecter (Anthony Hopkins), un legendario criminal caníbal de quien se sospecha que conoce la identidad del asesino. Lecter proporciona a Starling una serie de pistas equívocas que en realidad ocultan la creciente fascinación que el siniestro personaje experimenta por la agente, fascinación que se adivina recíproca. Cuando Buffalo Bill secuestra a la hija de una senadora, los acontecimientos se precipitan.

Jodie Foster en El silencio de los corderos (1990)

A pesar de su modesto presupuesto, El silencio de los corderos fue uno de los éxitos de crítica y público más relevantes del cine estadounidense de los años 90. Todas las interpretaciones son asombrosas, incluidas las de los personajes secundarios, y la realización de Demme es un excelente ejercicio de suspense cinematográfico. Obtuvo el Oscar en las cuatro categorías más importantes: mejor película, director, actor y actriz principal, amén del galardón al mejor guión adaptado (Ted Tally). Gran parte de la fortuna del filme radica en la conseguida química con que Anthony Hopkins y Jodie Foster encarnan los polos de la perversión y la normalidad: sus personajes se mueven en un terreno ambiguo de abundantes matices entre el mal absoluto y la inocencia no exenta de traumas ocultos. Abundan las lecturas psicoanalíticas de los comportamientos de los personajes a ambos lados de la estrecha línea que separa la razón de la locura, y la capacidad que cada uno de los antagonistas tiene para introducirse y analizar la mente del otro ocupa buena parte del interés de la trama.
De sus películas posteriores cabe citar Sombras y nieblas (1991), de Woody Allen; la comedia romántica Sommersby (1992), que protagonizó junto a Richard Gere; el western con ribetes de comedia Maverick (1993), junto a Mel Gibson; Nell (1994), por la que fue nominada de nuevo al Oscar; Contact (1997), en la que interpretó a una astrónoma que capta señales del espacio exterior; y Ana y el rey (1999), tercera versión cinematográfica de la historia de la institutriz Anna Leonowens y el rey de Siam.
Completan su filmografía más reciente La habitación del pánico (2001), Largo domingo de noviazgo (2004), Plan de vuelo (2005), Inside man (2006), The Brave One (2007), La isla de Nim (2008) y Motherhood (2009). En 1991 debutó en la dirección con la interesante y emotiva El pequeño Tate (Little Man Tate), en la que se reservó el papel de madre del niño protagonista; a este debut siguió en 1995 la sarcástica e infravalorada A casa por vacaciones (Home for Hollydays).

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