(Richard Walter Jenkins; Pontrhydfen, 1925 - Ginebra, 1984) Actor británico. Iniciado en el teatro, destacó como uno de los mejores actores del repertorio shakespeariano. En 1949 debutó en el cine, al que aportó su vigorosa capacidad interpretativa en películas tan memorables como Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz, 1963), La noche de la iguana (John Huston, 1964), El asesinato de Trotski (Joseph Losey, 1971) o 1984 (Michael Radford, 1984).
Cursó estudios secundarios en Cardiff, en la escuela que dirigía Felipe Burton, profesor de quien años después tomaría el apellido para formar su nombre artístico. Obtuvo una beca y estudió en Oxford, donde fue descubierto por Emlyn Williams y se inició en el teatro a los dieciocho años. Durante los dos últimos años de la Segunda Guerra Mundial prestó servicios en la RAF.
Richard Burton empezó a cimentar su reputación como actor excepcional en el teatro londinense en 1949; especializado en personajes shakesperianos, fue particularmente aplaudido su Enrique IV (1951). A partir de entonces alternaría el teatro con el cine, y el medio británico con el estadounidense; su primera película de Hollywood fue Mi prima Raquel (1952). Antes había participado en diversos filmes en Inglaterra.
Tras rodar Cleopatra (1963) en el plató de la Fox, pasó de ser un actor respetado y admirado por su talento a una popularísima estrella, debido en buena parte al espectacular romance (iniciado durante el rodaje) con Elizabeth Taylor, que estuvo singularmente brillante en su papel de Cleopatra. La turbulenta historia pasional entre ambos encabezó los titulares de la prensa durante décadas, e incluyó dos bodas y dos divorcios. La nueva posición de Burton como gran estrella se reflejó, en los años 60, en las enormes cifras que tanto él como Taylor ingresaban en sus cuentas por cada película.
Dotado de una imponente presencia en la pantalla y de una de las mejores voces del cine, fue nominado siete veces al Oscar, pero jamás llegó a conseguir la preciada estatuilla. Con su vida marcada por el alcoholismo y su carácter violento, parecía haber alcanzado por fin el equilibrio cuando lo sorprendió la muerte, tras sufrir una hemorragia cerebral. De su extensa filmografía destacan, junto a las ya citadas, las películas La túnica sagrada (1953), Mirando hacia atrás con ira (1958), El espía que surgió del frío (1963, basada en la novela de John Le Carré), Becket (1964), ¿Quién teme a Virginia Woolf? (1966), Los comediantes (1967), Candy (1968) y Bajo el bosque lácteo (1971).
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